Gente corriente

Glòria Presas: "No importa cómo vengan los hijos, sino amarles"

Entre pañales y tribunales. Defiende sus derechos como madre de gemelos nacidos por gestación subrogada.

«No importa cómo vengan los hijos, sino amarles»_MEDIA_1

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GEMMA TRAMULLAS

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Los gemelos Pau y Joan son abiertos y de sonrisa fácil, como su madre, una abogada de El Papiol (Baix Llobregat) que lleva más de dos años reclamando a la Seguridad Social su derecho a la prestación por maternidad. Los niños nacieron en marzo del 2013 por gestación subrogada en California (Estados Unidos) y, aunque la legislación española no contempla esta situación, un juez acaba de darle la razón. Glòria explica su experiencia entre pañales y tribunales para ayudar a otras familias en su misma situación.

-¿Cuándo se plantea ser madre?

-Siempre quise serlo, pero me encontré con 42 años, divorciada, e incapaz de llevar un embarazo sola. La adopción era compleja y opté por la gestación subrogada.

-¿Le disgusta la expresión popular vientre de alquiler?

-No. Pero me gustaría aclarar dos cosas. Una, que es un proceso caro porque interviene mucha gente: una clínica, una agencia que te pone en contacto con la persona que puede gestarte el bebé y (si lo necesitas) con los donantes de óvulos y esperma, más el abogado. Y dos, que los óvulos no son de la mujer que los gesta; no existe vínculo genético entre la mujer que pare y el bebé, aunque sí se crea un vínculo humano. Yo estoy en contacto con ella por Facebook y la llamo el día del cumpleaños de los niños.

-¿Cómo fue el nacimiento de Pau y Joan?

-Estaba previsto para mayo, pero el 12 de marzo ella me llamó y me dijo que estaba de parto. Se me pone la piel de gallina... «Tranquila -le dije-. Vendré lo antes posible».

-No es como coger un taxi a la Maternitat.

-Más bien no. Aterricé en Los Ángeles al cabo de diez días. Era la una de la madrugada y fui directamente al hospital a ver a los niños. Estaban en la incubadora y eran tan pequeñitos… Me puse a llorar de felicidad porque vi que estaban bien pero también porque les había dejado diez días solos.

-A la emoción del nacimiento se le suma una burocracia angustiosa.

-Es muy importante dejarlo todo listo antes de salir del país porque si al llegar a España falta algún documento te pueden poner problemas. Lo más importante es tener la sentencia de filiación conforme tú eres la madre o el padre apostillada por La Haya (para que tenga validez aquí) y con el certificado de nacimiento inscribir a tu hijo en el registro civil español del país extranjero para que te envíen el libro de familia.

-Aun así, a usted la Seguridad Social le denegó el subsidio por maternidad.

-Lo hacen automáticamente a todas las madres que tengan hijos por este medio. Mucha gente no sigue adelante por desconocimiento o porque le faltan documentos. Y eso me parece muy injusto porque son niños tan españoles como los demás y no deberían ponerles pegas.

-Usted demandó a la Seguridad Social y se representó a sí misma en el juicio.

-Sí. Me basé en que, si tienes una sentencia de filiación reconocida, ese hijo está en una situación similar al de una maternidad por acogimiento y por lo tanto tienes derecho al subsidio.

-En julio pasado el juez le dio la razón.

-Es una sentencia de primera instancia y podrían recurrir, pero no creo que lo hagan porque está muy bien fundamentada. Además, de sus propios razonamientos, el juez incluyó una sentencia del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya de marzo del 2015 que ya se pronunció a favor de la prestación por maternidad en caso de gestación subrogada.

-¿Su vida es como la imaginaba?

-Tenía miedo de que no hubiera feeling entre nosotros, pero los tres nos hemos integrado muy bien. Cuando llegue el  momento les contaré que llegaron por este sistema. No importa cómo vengan los hijos, lo importante es amarles.