Fernando Guirao: "Reutilizar los libros no es de pobres, sino de inteligentes"

A miles de madres y padres les ha dado un soponcio al comprobar la factura de los libros de texto para el curso 2015-2016. Para Fernando, que es ingeniero informático y tiene dos hijos de 8 y 13 años en el Col.legi Sant Miquel del Eixample de Barcelona [en la foto], el sablazo ha sido menor gracias a la plataforma de intercambio de libros escolares Bookint.eu, que él mismo fundó hace cuatro años. Aunque cada centro escolar tiene su sistema y existen varias plataformas de intercambio y reciclaje, los nuevos planes de estudio, las licencias digitales que caducan al año y cierta mentalidad acomodaticia contribuyen a que el clásico manual siga vaciando los bolsillos de muchas familias.

-¿A cuánto sube la factura de los libros de texto de sus dos hijos?

-Unos 500 euros. Y cada año son más caros.

-¿Y con el intercambio?

-Unos 200 euros para los dos. Multiplique este ahorro de 300 euros por el número de colegios y familias, ¡nos ahorraríamos millones! No entiendo como la gente no se manifiesta. Es un atraco al que contribuyen -bien por inacción o porque dificultan el proceso de intercambio- las editoriales, la Administración y la comunidad escolar.

-¿Un atraco? No se muerde la lengua.

-Estoy a favor de que las editoriales se ganen la vida, pero no de que nos tomen el pelo. Son los profesores los que aportan el valor en la enseñanza y es en ellos que hay que invertir, para que estén contentos y bien formados; los libros que se tiran al cabo del año no aportan valor, son para hacer negocio. ¿Usted se acuerda de algún libro de texto?

-Me acuerdo de su lenguaje árido y poco motivador. Eran los años 70.

-Ahora tienen más colores, llevan un cedé y se dividen en varias partes, para que tengas que comprar más. Si esto es una revolución... Yo me acuerdo de los buenos profesores, no me acuerdo de ningún libro de texto. Si lográramos que los libros se reutilizasen, los niños estarían mejor educados, porque habrían cuidado algo para que otro niño lo utilice más adelante, las familias ahorrarían dinero y la naturaleza lo agradecería.

-¿Cómo surgió Bookint.eu?

-El ampa de mi escuela quería poner en marcha una red de intercambio y me pidieron ayuda. No es obligatorio hacerlo mediante un programa informático, pero  les hice uno para facilitar la gestión y me di cuenta de que servía para cualquier centro. Antes solo podían darse de alta entidades, pero ahora, a través de un enlace a una página de Facebook, cada uno desde su casa puede decir qué necesita y qué ofrece.

-¿Y funciona? 

-El año pasado había 35 colegios de toda España dados de alta y este año no llegan a 10, pero mientras quede una sola escuela mantendré la página abierta, porque la intención es ayudar, no hacer negocio.

-¿Qué pasa? ¿No queremos ahorrar?

-Ha habido cambios en los planes de estudio y muchos libros son nuevos. Además, un programa de intercambio lleva horas de trabajo y no todas las ampas están dispuestas a hacerlo. Nos quejamos mucho, pero luego nadie quiere involucrarse. He ido a colegios donde me han dado a entender que lo del intercambio es cosa de pobres, y en cambio tengo centros como el Jesús y María de la parte alta de Barcelona que lo hacen. Reutilizar libros no es de pobres, sino de gente inteligente.

-Con tantos recursos educativos digitales en abierto, ¿qué sentido tiene el clásico libro de texto, sea en papel o digital?

-Es una referencia más, pero los contenidos están disponibles para todo el mundo en internet; solo hace falta que cumplan la normativa del ministerio y la conselleria, organizarlos, darles un formato y ponerlos a disposición de la gente. Si tuviera dinero haría una wikipedia de libros de texto gratuitos. ¡Tendría un éxito brutal!