Jornada 'castellera' antológica en el Penedès

El Everest de los 'castells'

La agrupación de Vilafranca ha necesitado 15 años y 30 intentos para descargar la torre más alta

R. M.
VILAFRANCA DEL PENEDÈS

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«Estoy contento, pero, más que eso, estoy como si me hubiera quitado un gran peso de encima». La frase y la pose de Pere Almirall, 'cap de colla' de los Castellers de Vilafranca, se hacía extraña en medio del jolgorio que reinaba ayer, tras la actuación de Sant Fèlix, en la plaza de la Vila de Vilafranca del Penedès. Los de la camisa verde celebraban haber protagonizado la mejor actuación de la historia 'castellera' y, sobre todo, haber domado al único 'castell' que se les resistía entre los que se han hecho. Después de 15 años de dura pelea, los de Vilafranca lograron doblegar al gigante 'tres de deu amb folre i manilles'.

Los Castellers de Vilafranca siempre tienen retos de gama extra y si no los tienen se los inventan. Es uno de los motores que los han impulsado a superarse año tras año, el que les ha permitido no parar de crecer desde que Francesc Moreno, 'el Melilla', tomó las riendas de la técnica de la 'colla' en 1995.

Este año no se celebra el Concurs de Tarragona (tiene lugar cada dos años) y, por lo tanto, no tienen el aliciente de ganarlo por séptima vez seguida. Por ello Almirall arriesgó y cantó el objetivo desde el principio de temporada, algo raro entre los 'castellers', que no suelen mostrar sus cartas hasta que están seguros de que van a ganar la partida. El 'cap de colla' volvió a poner el 'tres de deu' en el punto de mira de los verdes sin pensar en los fracasos cosechados desde 1998.

Larga travesía del desierto

Es cierto que fueron los primeros en cargarlo, pero la alegría les duró poco. Los Minyons lo intentaron antes de que acabara el mismo 1998 y lo cargaron y descargaron. Era lo nunca visto: un 'castell' de diez pisos de altura, con una 'pinya' de más de 400 personas, otras 70 en el 'folre' (una segunda 'pinya' por encima de la primera) y 26 más en las 'manilles' (una tercera 'pinya' por encima del 'folre'), a las que hay que sumar la treintena del tronco.

Mientras los Castellers de Vilafranca iniciaban una loca carrera por domar al gigante, los Minyons lo volvieron a completar en el 2002 en Terrassa y lo cargaron otras tres veces en el total de 13 intentos que han realizado. El recorrido de los 'Verds' con esta construcción ha sido mucho más duro. Ayer lo completaron, pero antes necesitaron 15 años y un total de 29 intentos en los que lograron cargarlo siete veces.

Por todo ello, la apuesta de Almirall no estaba libre de compromiso. «Era la espina que teníamos clavada desde hacía mucho años», reconoció el responsable técnico de la 'colla' más laureada. A pocos metros de él, David Miret, el anterior 'cap de colla' y actual pieza básica en el tronco, seguía celebrando lo conseguido. En ese momento ya se le habían secado las lágrimas que se desataron en la plaza cuando a las 14.18 horas se descargó el castillo. «Hemos necesitado 15 años y muchos dolores de cabeza, pero tras el ensayo del martes ya intuimos que lo podíamos conseguir», insistió Miret emocionado.

Lo tenían todo estudiado y aprendido, pero el 'tres de deu' es un 'castell' muy complicado. «Influyen demasiados factores que no puedes controlar», opinan los expertos. La 'pinya,' al menos, sí la tenían controlada porque cada uno de sus más de 400 componentes tenía un plano con su nombre y su posición exacta en la enorme circunferencia humana que forma la base. Tampoco se despistó la pequeña Mariona, probablemente la única 'enxaneta' que ha coronado todos los 'castells' de gama extra. «No queda otra que felicitarlos porque si no están al límite les queda poco», confesó Manel Urbano, 'cap de colla' de la Vella de Valls.