Los embalses catalanes se recuperan y garantizan el abastecimiento para un año

Las últimas lluvias, las más generosas en Catalunya desde inicios de noviembre, han servido para aumentar las reservas de agua en los embalses de las cuencas internas hasta un nivel alejado del peligro, sobre todo si se tiene en cuenta que las previsiones meteorológicas sugieren una persistencia de la inestabilidad a lo largo de abril.

Las reservas están mucho peor que el año pasado, en gran parte debido a un otoño y un invierno con una pluviometría muy por debajo de la media histórica, pero garantizan sin problemas un abastecimiento hasta la primavera del año que viene incluso en el peor de los escenarios, es decir, incluso en caso de que no lloviera nada, según la Agència Catalana de l'Aigua (ACA).   

Los embalses de las cuencas internas, que abastecen a más de 80% de la población de Catalunya, incluyendo la región metropolitana de Barcelona, se encuentran ahora al 67% de su capacidad máxima con unos 460 hectómetros cúbicos de agua, 10 hm3 más que la semana anterior. El año pasado por estas fechas estaban al 92%, mientras que el promedio de los última década es del 72%.

"Hemos tenido últimamente una secuencia de años muy buenos, pero ahora no estamos tan lejos de la media de los últimos 10 años", informa Enrique Velasco, director de Recursos Hídricos de la ACA, dependiente del Departament de Terrritori i Sostenibilitat de la Generalitat. Por su parte, los embalses de la cuenca del Ebro en Catalunya se sitúan al 78%, según datos de la Confederación Hidrográfica (CHE).

MEJOR EL LLOBREGAT

Las últimas lluvias han sido particularmente beneficiosas en la cuenca del Llobregat, cuyas reservas han subido unos 7 hm3 (las precipitaciones fueron abundantes en las zonas de cabecera), mientras que el incremento ha sido inferior en el Ter (1,3 hm3), aunque se espera que las escorrentías continúen durante varios días y que las reservas suban aún un poco más. Los registros del Servei Meteorològic estuvieron encabezados por la estación del Port del Compte, en el norte del Solsonès, con 149 litros acumulados por metro cuadrado enntre el 3 y el 6 de este mes.

Según Velasco, una de las grandes lecciones aprendidas de pasadas sequías es que el agua en Catalunya es un bien escaso que se ha de cuidar. "Es cierto que estamos más relajados gracias a las últimas lluvias, pero nosotros siempre utilizamos criterios de ahorro, una gestión conservadora, sea cual sea la situación de los embalses", dice el especialista de la ACA. El ámbito metropolitano consume de media 1 Hm3 diario, aunque lógicamente el consumo se dispara en verano y temporada de riegos, mientras que se contiene en invierno.

Las lluvias de la última semana y de mediados de marzo han tenido un efecto sobre las reservas muy inferior al experimentado con los temporales de noviembre, que supusieron una ganancia de 70 hm3 de agua, pero han tenido un efecto muy beneficioso sobre el terreno y los bosques, además de ayudar a recuperar los acuíferos, dice Velasco. También permitirá reducir la demanda de agua en el inicio de la campaña de regadío. "Nuestro objetivo es que la primavera acabe con al menos estas reservas", prosigue. No se esperan grandes aportaciones del deshielo, una situación circunscrita al Pirineo central y los afluentes del Ebro.

Las previsiones meteorológicas a largo plazo mostraban a principios de año que la primavera sería muy seca, pero la realidad no ha sido así, mientras que ahora indican que las lluvias se situarán en la media histórica, en el peor de los casos, lo que en un clima mediterráneo equivale a precipitaciones relevantes.