Deseo de tierra firme

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EXPEDICIÓN MALASPINA / 8 de marzo del 2011

Puesta de sol en el 'Hespérides'.

Puesta de sol en el 'Hespérides'. / periodico

LUIS MAURI / Enviado especial a bordo del 'Hespérides'

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Después de muchos días de navegación océano adentro sin avistar absolutamente nada por encima de la lámina de agua, han reaparecido los petreles planeando a popa y a estribor del Hespérides. Son cuatro ejemplares de buena envergadura, de entre 50 y 75 centímetros, quizá más, de color negro o pardo muy oscuro y elegante vuelo.

Los petreles y sus parientes de la familia de los proceláridos sobrevuelan todos los mares del hemisferio sur, desde la Antártida hasta el trópico de Capricornio. Incansables, viajan largas distancias a muy baja altura, casi rozando el agua, en busca de peces, calamares, crustáceos y carroña. Pueden pasar mucho tiempo sin regresar a tierra. De hecho, algunas aves marinas solo acuden a tierra firme para criar. Los petreles crían en colonias, forman parejas monógamas, regresan cada año al mismo lugar para anidar y ponen un único huevo en cada época de cría.

La agradable compañía de los petreles certifica que el buque va dejando atrás las inmensas soledades oceánicas y, poco a poco, recorta la distancia que le separa de las costas australianas. El Hespérides navega hoy a unas 800 millas (1.500 km) de su destino en la Australia suroccidental, Perth. Velocidad: 12,2 nudos (22,5 km/h). Rumbo: 099 (este, con 9º de desviación sur). Posición: 29º 57¿ de latitud sur, 100º 23¿ de longitud este. El buque ha recuperado en los últimos días seis de las ocho horas de retraso que llevaba sobre el plan de navegación.

No solo la compañía de los petreles recuerda que se acerca la fecha de arribada a puerto, prevista para el domingo próximo. Otras señales a bordo certifican esa proximidad. Los marineros limpian manchas de óxido y hacen repasos de pintura en cubierta. Son trabajos previos a las visitas oficiales que recibirá el Hespérides a su llegada a Perth. Otro indicador es la repentina circulación de información turística sobre Perth y sus alrededores: historia local, costumbres, tradiciones, atracciones, gastronomía, alojamiento. Un grupo de científicos recaba datos sobre un buen lugar para practicar submarinismo. Un marinero hace lo propio en busca de la mejor playa de la zona para el surf.

Todos los expedicionarios --científicos, técnicos o militares--, tienen ganas de llegar a puerto. Es lógico, el Hespérides lleva ya 26 días de navegación y a bordo el trabajo es duro; el espacio, escaso; las jornadas, muy largas; las comodidades, inexistentes, y las distracciones, contadas. Pero el deseo de tierra firme no se vive con ansiedad o impaciencia indemorables, sino de manera serena, plácida.

Una parte de los científicos terminará su misión en Perth. El resto, después de cinco días en puerto, continuará travesía hasta Sídney, en el extremo oriental de Australia. Serán dos semanas más de navegación. El primer grupo en Perth y el segundo en Sídney serán relevados por otros investigadores. En cambio, los 55 militares no tendrán relevo en toda la campaña, que comenzó el 14 de diciembre en Cádiz y terminará el 14 de julio en Cartagena, después de circunnavegar el planeta y atracar en los puertos de Río de Janeiro (Brasil), Ciudad del Cabo (Suráfrica), Perth y Sídney (Australia), Auckland (Nueva Zelanda), Honolulu (Hawái, EEUU) y Cartagena de Indias (Colombia).