Consumo social, tradición y superstición, razones por las que los españoles compran Lotería de Navidad, según experta

El consumo social, la tradición, la superstición y el ritual que supone son los principales elementos que justifican la elevada participación de los españoles en el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad del próximo 22 de diciembre, según explica la experta en lotería de Navidad Fátima Gómez Sota.

En este sentido, la profesora de Sociología de la Universidad Europea ha concretado que existe "una gran campaña de publicidad, de marketing" para en torno a la celebración de este sorteo, y ha añadido que, "más importante", es la presión social (trabajo, peñas, amigos, familiares, asociaciones).

"Muchas veces nos sentimos obligados a participar para no ser un 'bicho raro' o no ser etiquetados de poco sociables, tacaños e, incluso, poco solidarios", ha aclarado en una entrevista concedida a Europa Press, en la que ha señalado que también son determinantes la tradición, la superstición y el ritual que supone jugar "siempre" a un mismo número o regalar lotería.

Sobre por qué es tan especial el sorteo del 22 de diciembre para los españoles, Gómez Sota ha afirmado que se trata de "una tradición que, desde su inicio en España en diciembre de 1812, ha marcado el inicio de las fiestas de Navidad".

"Generación tras generación en todos los pueblos y ciudades del estado español se participa y se sigue con atención el sorteo. Es especial porque significa la ilusión, el momento de compartir algo, el inicio de una fiesta, la posibilidad de un cambio. Forma parte de la magia de la Navidad como celebración, ya no tanto estrictamente religiosa, ha recalcado.

Así, la experta en lotería de Navidad ha argumentado que hay varias causas o factores que pueden explicar por qué gente que no participa en otros sorteos sí lo hace en éste. "Algunos estudios sociológicos apuntan a "la teoría de la 'envidia preventiva'". En este sorteo participa mucha gente conocida y hay un componente de envidia. ¿Qué pasaría si toca en mi pandilla y a mí no? ¿Si toca en mi pueblo? ¿En mi empresa?", ha planteado.

Respecto a qué lleva a algunas personas a hacer colas y colas, con horas de espera, para comprar en ciertas administraciones de lotería, la profesora de Sociología ha asegurado que se podría explicar "por un contagio social, una creencia, una superstición de que si ha tocado muchas veces en un lugar, volverá a tocar".

"Como se compra más, se vende más, y por lo tanto la posibilidad de que toque un número vendido en ciertas administraciones es mayor, creándose así un círculo. Nuevamente podemos hablar de una costumbre o de que se ha creado 'un rito', que sirve como foco de atracción hacia ciertas administraciones. Un ejemplo, todo el que viene por Madrid, e incluso turistas, parece que si juegan a la Lotería pasarán por Doña Manolita, lo mismo que un turista puede ir a ciertos lugares a comer algo típico. Y también ocurre con la venta de lotería por Internet, que permite elegir el lugar y se eligen las administraciones más famosas", ha destacado.

Por otra parte, sobre la locura que desatan cada año ciertos números, como el 00.155 --en referencia al artículo 155 de la Constitución que el Gobierno aplicó en octubre ante la crisis política en Cataluña-- o el 11.017, fecha de la celebración del referéndum ilegal de independencia, la profesora ha insistido en que "en un juego de suerte siempre hay un componente de superstición".

"Cada año aparecen números que se agotan porque tienen un significado simbólico, emocional y se apuesta por ellos. Son aquellas fechas que han marcado el año colectivamente. Pueden ser sucesos traumáticos colectivos como el caso, este año, del 17.817; o acontecimientos políticos. Claramente el 155 y el 11017 día del referéndum de Cataluña; otros de los números. Números que se han agotado por el significado que le atribuyen los ciudadanos. Al ser especiales, se les otorga más significatividad a la vez que es una manera de manifestar un apoyo también simbólico a lo que representan", ha concluido.