EFECTOS DEL TEMPORAL Y EL DESHIELO

Catalunya afronta una de las mayores crecidas del Ebro

Zona inundada entre Novillas y Pina de Ebro, ayer.

Zona inundada entre Novillas y Pina de Ebro, ayer.

RAFAEL MORALES / TARRAGONA SÍLVIA BERBÍS / TORTOSA

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La crecida del Ebro que en los últimos días ha anegado numerosas poblaciones de Zaragoza y otras situadas hacia el norte del curso del río en Navarra, La Rioja y el País Vasco habrá llegado esta madrugada a Catalunya o lo hará a lo largo de la mañana. Es la mayor crecida que ha registrado el tramo medio del Ebro desde el 2003 y en algunos aspectos supera a la de 1961, que es la mayor de la historia, precisó ayer Xavier de Pedro, presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).

La altura alcanzada por el agua en la madrugada de ayer en Zaragoza superó a la del 2003, que es el segundo referente histórico después de la crecida de 1961, en la que el caudal rebasó los 4.000 metros cúbicos pero los niveles fueron más bajos. También los daños están siendo menores debido a la labor de los embalses y a las mejoras realizadas a lo largo del curso de río.

Protecció Civil y la CHE esperan que la labor preventiva de los pantanos de Mequinenza, Riba-roja y Flix, que no existían en 1961, permitirán domar el agua y que las inundaciones no superen a las que ya ha habido en Tarragona estos últimos días.

En Catalunya, todas las miradas están puestas en el embalse de Mequinenza. A pesar de la apertura preventiva y progresiva de compuertas programada dos semanas atrás, ayer el pantano se encontraba al 92,5% de su capacidad. Nadie se atrevió afirmar si ese 7,5% restante será suficiente para absorber la punta de la avenida que baja desde Zaragoza. En la capital aragonesa se alcanzó ayer un caudal máximo de 2.610 m3/s, 1.000 más de los que estaban dejando ir los embalses catalanes.

LA REFERENCIA DE MIRAVET

«Nuestra incertidumbre se basa en saber si Mequinenza tiene capacidad suficiente estando ya al 92%», reflexionó el alcalde de Miravet, Toni Borrell. Este municipio es el primer punto urbano que se inunda cuando el Ebro crece por encima de un caudal de 1.900 m3 por segundo.

Esta pasada noche estaba previsto hacer turnos de guardia para controlar la evolución de la avenida, que aún por la tarde se mantenía al límite. En cualquier caso, el alcalde espera que «no sea equiparable a la de 1961 porque en aquella ocasión el agua llegó debajo de los balcones de Miravet», detalló.

El delegado del Govern en las Terres de l'Ebre, Xavier Pallarés, reconoció que «en principio se deberá jugar» con ese casi 8% de capacidad restante, de manera que «todo depende de cómo se gestione aguas arriba». De todas formas, Pallarés explicó que «la previsión de la CHE es que Mequinenza podrá absorber la crecida y que no será necesario incrementar el caudal de salida de los embalses por encima de los alrededor de 1.550 m3/s actuales».

El responsable de la Generalitat en las comarcas del sur de Tarragona también explicó que Protecció Civil mantiene la prealerta del plan de emergencias por inundaciones (Inuncat) y el sistema de avisos. «Pedimos a la población que extreme las medidas de precaución y esté atenta a la crecida del cauce durante los próximos días», advirtió.

Los desembalses controlados de los últimos días habían causado hasta ayer la inhabilitación de todos los embarcaderos y la inundación de terrenos agrícolas en Xerta, Miravet, Benifallet, Tivenys y Bítem. En Tortosa, el punto de inundación del Ebro se alcanza entre los 2.300 y los 2.500 metros cúbicos por segundo.

DAÑOS GRAVES EN EL NORTE

 La crecida culminó ayer en Zaragoza la larga retahíla de daños que el desbordamiento ha ido provocando los últimos días en el País Vasco, La Rioja y Navarra. Las autoridades estuvieron a punto de evacuar a primera hora la mañana a los 2.600 habitantes de Pina de Ebro, una población situada al sur de la capital aragonesa. Lo tenían todo preparado, pero finalmente no fue necesario porque el caudal empezó a bajar.

«Estamos desesperados», se lamentó ayer Roberto González, alcalde de Villafranca de Ebro. El agua afectó a este pueblo situado cerca de Pina y socavó el terreno, con lo que se hundió un tramo de la autopista ARA-1 en los dos sentidos de la marcha. Las asociaciones de agricultores de Aragón aseguraron ayer que están afectadas más de 20.000 hectáreas de cultivos.

«En el caso de avenidas extraordinarias como estas, las previsiones son muy difíciles de precisar», justificó el presidente de CHE. «Habrá que esperar, pero el cálculo es que la crecida llegue controlada a Catalunya», señaló De Pedro.