Gente corriente

Carla Trepat Casanovas: "Ninguna mujer debería morir sin tener un orgasmo"

GEMMA TRAMULLAS

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Nunca había escrito, nunca había dibujado, pero ya ha vendido 2.000 ejemplares de su primer libro ilustrado,El tesoro de Lilith, un cuento sobre la sexualidad, el placer y el ciclo menstrual para hijas, madres y abuelas (carlatrepat@gmail.com).

-¿Cómo animar a los chicos a que sigan leyendo la entrevista?

-Es importante que ellos también se aproximen a este mundo tan oculto, pero la primera interesada es la mujer, porque es ella la que tiene que empezar el viaje hacia el propio conocimiento. Pero si el hombre entiende también los ciclos de la mujer y cómo funciona su sexualidad se podrán encontrar los dos de forma más profunda.

-Quizá también les enganchará si les cuenta quién es Lilith.

-Algunas interpretaciones delGénesishablan de Lilith como la primera mujer que fue creada como igual al hombre. Una anécdota explica que Adán quería hacer el amor encima de ella, en la postura del misionero, pero Lilith se negó, decía que ninguno estaba por encima del otro, y se fue. Entonces Adán pidió otra compañera con la que pudiera entenderse y Dios creó a Eva de su costilla. Las mujeres hemos aprendido de Eva, que no se entera de nada, pobrecita.

-¿Qué hace una chica de 26 años analizando el Génesis

-Es historia en forma de metáfora y muestra cómo en la antigüedad la mujer era más consciente de ella misma y usaba su intuición para saber lo que era bueno para ella. Para mí Lilith es eso: intuición, fuerza, la conciencia del útero, que es nuestro centro. Si algo no me gusta no lo tolero, me voy. En cambio, Eva representa más la sumisión al placer del otro.

-¿Cuándo empieza a ser consciente de los tabús sobre el cuerpo?

-Cuando de pequeña me tocaba o jugábamos con mis amigas a tocarnos a escondidas, no entendía por qué los adultos nunca nos hablaban de eso que a nosotras nos daba tanto placer. Todos los niños se tocan y si no decimos nada estamos negando la realidad y educando a través del silencio.

-¿Por qué no nos atrevemos a hablar de esto con nuestras hijas?

-Por vergüenza, por miedo a que se vuelvan supersexuales, porque no queremos transmitirles nuestros tabús... Y así va pasando el tiempo. Un día mi abuela soltó delante de toda la familia: «Yo nunca he tenido un orgasmo. Estoy muy enfadada». A medida que crecía, aquella frase me venía continuamente a la cabeza: «¡Ninguna mujer debería morirse sin tener un orgasmo!» Es muy triste.

-Más mujeres de las que parece suscribirían la frase de su abuela.

-Antes todo era represión y ahora todo es hacia fuera, pero hacer de todo no es tener libertad sexual. Si no educamos a las niñas para que conozcan su útero, su vagina, sus puntos erógenos, sus ciclos y su sexualidad, llegan a la adolescencia y van locas por tocar al otro, pero lo hacen desde la inconsciencia, sin saber cómo funcionan los cuerpos.

-¿Qué es la libertad sexual?

-Ser consciente de mi cuerpo y de mi placer y hacer las cosas a mi ritmo, como a mí me gusta. La primera experiencia, por ejemplo. A mí me pareció horrible, una catástrofe. Ojalá no hubiera dejado la responsabilidad de mi placer en manos de otro. Es importante revisar cómo hemos vivido nuestra sexualidad para poderles explicar a nuestras hijas cómo nos habría gustado vivirla.

-A menudo, cuando queremos hablarles ya es demasiado tarde.

-El tesoro de Lilith es una excusa para abrir un canal de comunicación entre madres e hijas desde los 4 años o antes, por eso trata la sexualidad de una forma bella e inocente: habla de la vagina como una gran mariposa y del útero como una flor. Si te imaginas el útero como una flor que se abre y a la que le caen los pétalos, es más fácil que veas la menstruación como algo dulce y no algo doloroso y sucio que tiene que ocultarse con compresas antiolor, como nos dice la publicidad.

-Este cuento es la mejor vacuna contra la violencia machista.

-Claro, porque si yo me conozco, me respeto a mí misma y sé lo que me sienta bien, no permitiré que otro venga a tratarme mal.