La lucha contra la juerga etílica

Calella denuncia al promotor que resucitó el turismo de borrachera

FERRAN COSCULLUELA
BARCELONA

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Tolerancia cero. El Ayuntamiento de Calella (Maresme) está decidido a plantar cara a cualquier empresario que pretenda resucitar el turismo de borrachera en la población. Una forma de captar visitantes basada en el desenfreno y el alcohol que empezó a declinar en esta ciudad hace seis años y que supuso la defenestración del famoso Calellafest en el 2010. En este empeño por erradicar celebraciones y reclamos que induzcan al incivismo, la alcaldesa Montserrat Candini (CiU) confirmó ayer que el próximo mes de septiembre presentarán una demanda contra la empresa Playa y Fiesta, promotora de la farra Springbreak que se celebró en mayo en la localidad y que congregó a un millar de jóvenes franceses en una juerga etílica que se prolongó cuatro días.

«En la demanda pedimos tres cosas: que se reconozca que esta celebración causó daños a la imagen de Calella, que la empresa que organizó la fiesta se abstenga de hacerlo en el futuro y que se publique la sentencia en seis diarios para reparar la imagen de la localidad», explicó ayer la alcaldesa, que aclaró que el ayuntamiento ha renunciado a pedir compensaciones económicas.

SENTENCIA PIONERA / Candini sostiene que, si la justicia falla a favor del consistorio, se trataría de una sentencia pionera que podría sentar jurisprudencia y que podría ser esgrimida por otras poblaciones catalanas que luchan contra los excesos de ese tipo de promoción turística. «No pedimos compensaciones porque es muy difícil valorar desde el punto de vista económico lo que ha costado todo eso. Es más una campaña de comunicación para poner las cosas en su sitio», afirmó la alcaldesa, que recordó que la ciudad lleva varios años trabajando en favor del turismo de calidad, especialmente el deportivo y el familiar.

El Ayuntamiento de Calella quiere que a los empresarios del sector les quede una cosa muy clara: «Con el incivismo no se puede hacer negocio en esta ciudad», añadió la responsable municipal, que dijo que después del episodio ocurrido en mayo cuenta con el compromiso de los empresarios hoteleros de que no volverá a organizarse una celebración de ese tipo.

El consistorio ha averiguado que una de las personas que están detrás de la agencia Playa y Fiesta es Marc Dorcel, un realizador y productor francés de películas pornográficas. «Sabemos que esa promotora solo hace este tipo de productos y nosotros queremos vetar ese tipo de negocio», insistió Candini.

APOYO DEL CÓNSUL / Después de que la alcaldesa recibiera una petición de la agencia Playa y Fiesta para volver a celebrar el Springbreak en el 2015, el Ayuntamiento de Calella solicitó un encuentro con el cónsul francés en Barcelona, Edouard Beslay, con el fin de intercambiar opiniones sobre el modelo turístico. La reunión se celebró a finales de julio y Candini le entregó un informe, con fotos, en el que pudo «visualizar» claramente todo lo que ocurrió en la ciudad durante los cuatro días que duró esa fiesta.

El cónsul francés, según explicó ayer la alcaldesa, expresó su apoyo al consistorio y se comprometió a enviar una carta al Ministerio de Asuntos Exteriores de su país para informarle de las actividades de la empresa organizadora de la fiesta. «Nos dijo que lo entendía, porque lo que uno no quiere en su casa tampoco lo quiere ver en casa de los demás», agregó la alcaldesa.

En cuanto a la petición de la agencia Playa y Fiesta para volver a Calella la próxima primavera, Candini le respondió anunciándole que presentarían la demanda y le reiteró que su empresa no era bienvenida en la ciudad. «Parece que no han entendido nada», lamentó.

La fiesta Springbreak se celebró durante el puente del pasado 1 de mayo y en ella participaron un millar de jóvenes franceses que se alojaban en los hoteles Esplai, Summer y Bon Repòs, que son del mismo propietario. La fiesta etílica de cuatro días comprendía traslado en autocar, tres noches de hotel en la modalidad de todo incluido, fiesta con música, espuma y gogós en la piscina del hotel Esplai, y a partir de las 11 de la noche, entrada gratuita a dos discotecas de Calella con barra libre. Todo el lote por tan solo 270 euros.