Arzobispo de Barcelona pide diálogo y trabajar por el bien común en Cataluña

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El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha considerado hoy que las diferencias entre el Gobierno de Cataluña y el Ejecutivo español se solucionan con diálogo y trabajando "por el bien común", anteponiéndolo a los intereses personales y políticos.

"Lo más importante es avanzar por el camino del diálogo; el diálogo es fundamental en la familia, en la sociedad y en la política, en todos los ámbitos. Si no hay diálogo, hay enfrentamiento", ha afirmado el arzobispo en una rueda de prensa previa a su creación como cardenal mañana en el Vaticano.

"Favorezcamos el diálogo, evitemos la confrontación y el enfrentamiento entre unos y otros trabajando por el bien común. Yo creo que esto tenemos que mantenerlo por encima de nuestros pensamientos personales, de grupo o políticos", ha añadido.

Omella será uno de los cinco cardenales que mañana creará el papa Francisco en su cuarto consistorio y pasará así a formar parte de los 121 purpurados del colegio cardenalicio que podrán elegir a un futuro pontífice en un cónclave.

De estos 121 electores, 53 serán de Europa y 68 del resto del mundo, lo que demuestra el afán de Francisco por dejar claro que la Iglesia católica es universal, en palabras del arzobispo.

Nacido en Cretas (Teruel) en abril de 1946, el arzobispo será además desde mañana el octavo cardenal de Barcelona.

La decisión del papa de crearle cardenal fue una sorpresa, ha dicho, porque no era algo que había buscado o imaginado a lo largo de su vida.

"Nunca soñé, cuando era pequeño, (que pudiera) ser obispo y muchísimo menos cardenal. Yo quería ser misionero en África o cura de pueblo", ha confesado.

Mañana recibirá de manos de Francisco la birreta cardenalicia, roja en memoria de la sangre de los mártires que dieron la vida por defender su fe, y el anillo, símbolo de su nuevo compromiso universal con la Iglesia católica.

Como cardenal, Omella seguirá trabajando de forma diaria en la asistencia a los necesitados y en "servir a la comunidad cristiana, al pueblo de Dios y a los ciudadanos".

"No entiendo yo el cardenalato como un ascenso de categoría, de importancia de escalar unos puestos. Yo creo que lo que se me pide ahora es un gran servicio a la Iglesia", ha subrayado.

En otro orden de cosas, Omella ha aprovechado la ocasión para confesar sus deseos de que Antonio Gaudí pueda ser canonizado pronto, dentro del proceso abierto desde hace años.

"Cuánto deseamos en Barcelona, y yo sobre todo ahora que conozco más la vida y obra de Antonio Gaudí, que pueda ser canonizado. Es un laico, un hombre intelectual, un hombre arquitecto que rompe esquemas y que abre a una contemplación del mundo (...) y que la catequesis y el Evangelio lo saca fuera para que todos puedan admirarlo", ha resaltado.

"Que haya gente que no era católica, que no estaba bautizada y que, viendo su obra arquitectónica y viendo su vida, se hayan encontrado con Dios, yo creo que esto es impresionante", ha agregado.