Aprender fuera del aula

La oferta del grado incluirá estancias fuera de la facultad y actividades formativas

M. J. I. / BARCELONA

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Tendrán carácter voluntario, «pero al final, a nadie se le escapa, podrán incluirse en el currículo como parte de la formación, lo que muy posiblemente animará a muchos alumnos». Una de las particularidades de la nueva titulación de Ingeniería Industrial en excelencia que prepara el equipo de trabajo formado por expertos de Barcelona Global y de las universidades implicadas (Universitat Politècnica de Catalunya y Universitat Pompeu Fabra) será su oferta de «actividades formativas fuera del aula, porque no todo se aprende dentro de clase», argumenta Boaz Kogon, responsable de Desarrollo Estratégico en el Institut Català de Nanociència i Nanotecnologia (ICN2) y uno de los participantes en las sesiones de debate en que se sentaron las bases de este proyecto.

«Más allá de las prácticas en empresas, se intentará que los estudiantes participen en estancias en centros de investigación o que pasen un tiempo, por ejemplo, en escuelas de diseño, porque más adelante estos sectores estarán muy vinculados a su trabajo y sería conveniente que conocieran sus formas de hacer y sus lenguajes», indica Kogon, que es australiano de origen y que recuerda que en sus años universitarios esta era una práctica común.

«No estoy diciendo que se tenga que duplicar el modelo anglosajón, pero sí creo que se puede hacer una adaptación de algunas de sus actividades a la realidad universitaria de aquí», subraya Kogon. Y pone un ejemplo: «Los clubs de debate, que permiten a los alumnos adquirir fluidez en el lenguaje y capacidad de síntesis en la oratoria».

El elemento diferencial

En su opinión, es esta oferta de actividades extracurriculares la que hará que la nueva titulación sea «verdaderamente atractiva para los alumnos excelentes y para estudiantes de fuera». Será, en definitiva, un elemento diferencial respecto al resto de grados de Ingeniería que se imparten actualmente en las universidades catalanas.

Otra de las ventajas de este tipo de formación es que «permite que los jóvenes se autoorganicen, que busquen ellos mismos la financiación de sus proyectos, que trabajen en equipo... ¡Al final, se espabilan!», sostiene.

«Nuestra pretensión es intentar atraer no solo a las personas con las mejores notas de selectividad o con muchos conocimientos teóricos, sino a los más predispuestos, a los que muestren la mejor actitud», remacha Joaquim Coello, coordinador del equipo que prepara el diseño de la nueva titulación.

El calendario de trabajo del grupo prevé dedicarse durante los dos próximos años a crear y homologar ante las administraciones correspondientes el nuevo grado de excelencia, al tiempo que se «irá poniendo en marcha un nodo de empresas que den apoyo a la iniciativa y constituyan un patronato», indica Coello, que hasta el 2012 presidió el consejo social de la Universitat de Barcelona (UB). «La primera promoción debería graduarse, según nuestros planes, en el curso 2019-2020», agrega.

Paralelamente, el proyecto se presentará a la Conselleria d'Economia i Coneixement, a la que hasta ahora se ha mantenido al margen, ya que la iniciativa ha surgido de la sociedad civil. Con todo, se espera obtener el apoyo de la Administración, ya que el proyecto encaja. No en vano, recuerdan los promotores, el actual 'conseller' Andreu Mas-Colell fue, en su tiempo, uno de los impulsores de la Barcelona Graduate School of Economics, en la que se inspira claramente esta iniciativa. Y las que le sigan.