Alegaciones políticas y ciudadanas acorralan el veto del burka en Reus

Una cascada de alegaciones que el ayuntamiento rechaza de momento cuantificar quiere impedir la prohibición del velo integral en las calles de Reus que impone, por ahora, el equipo de gobierno (CiU-PP) en la ordenanza de civismo, y que este aprobó inicialmente y en solitario el pasado 28 de febrero. Ayer era el último día para presentar alegaciones al veto y las consultadas por este diario coinciden en señalar la ilegalidad y la falta de fundamento de la medida. La asociación Watani pide en su escrito una reunión con el ayuntamiento. «Queremos saber qué argumentos tienen, ya que no nos escuchan», resume Carlos Antolí, abogado que ya tumbó en el Tribunal Supremo la prohibición en los espacios municipales de Lleida de burkas y niqabs con argumentos de seguridad ciudadana y defensa de los derechos de la mujer.

Antolí afirma: «No entendemos este empeño en resucitar una medida ya sentenciada y si la causa es meramente política, lo denunciaremos por lo penal». También la CUP, en la oposición municipal, recurrirá a los tribunales si prospera la polémica ordenanza, aunque por la vía del contencioso administrativo. Su portavoz, David Vidal, pone el foco en «la creación de problemas donde no hay y en una extralimitación de las funciones municipales, criminalizan todo lo que les estorba sin buscar ni soluciones ni consenso; se prohíbe sin más y esto es peligroso». Las alegaciones de la CUP recogen el espíritu de la sentencia del Supremo: la libertad religiosa es un derecho fundamental que supera, de largo, las competencias municipales.

Jordi Cervera, portavoz de Ara Reus, partido que también ha presentado alegaciones, señala que la ordenanza es «de 16 concejales, no de la ciudad». También por inspiración de la sentencia del Supremo, las alegaciones proponen «un capítulo de derechos del ciudadano y no solo de obligaciones».

PETICIÓN EXPEDITIVA / El PSC es el que ha presentado el escrito más expeditivo. «Pedimos que eliminen este punto, no damos exposición de motivos porque no queremos jugar en ninguna guerra mediática», asevera el portavoz Andreu Martín.

Algunas musulmanas ya presentaron quejas y alegaciones en la Oficina de Atención Ciudadana el día del pleno en que se aprobó la norma. Es el caso de Najal, que explica: «No me dijeron nada en ese momento y hace pocos días, todas las que lo hicimos hemos recibido una carta diciendo que no sirven de nada».

Najal no usa velo integral, pero tiene amigas y familiares que lo hacen: «Es nuestra elección y nuestro derecho». Las mujeres han intentado organizarse como asociación

-sería pionera en la ciudad, con entidades musulmanas, pero todas masculinas- pero el tiempo se les ha echado encima. ¿Solución? Presentar alegaciones a título personal, redactadas por el abogado Hilal Tarkou. Tarkou preside la Asociación Watani para la Convivencia y Desarrollo de Reus (distinta, pese a la coincidencia del nombre, de la entidad Watani de Lleida), que ha presentado un escrito de 20 folios. «La base es que el ayuntamiento no puede legislar este aspecto y la filosofía, que no hay alarma social ni motivos para un veto tan drástico».