JUICIO EN LA AUDIENCIA DE BARCELONA

El alcalde de Tordera se escuda en la Generalitat por unos vertidos contaminantes

El fiscal reclama cinco años de prisión por delito ecológico contra el edil de CiU

J. G. ALBALAT / Barcelona

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El alcalde deTordera, Joan Carles Garcia Cañizares (CiU), que se sienta este lunes en el banquillo de los acusados de laAudiencia de Barcelona porverter aguas residuales contaminantes en unariera, ha declarado durante su interrogatorio que las competencias sobre eltratamiento de residuos no corresponde al municipio, sino a laAgència Catalana de l'Aigua (ACA), un organismo dependiente de la Generalitat, que es quien debería haber construido una depuradora.

La fiscalía de Barcelona pide inicialmente para el edil la pena de cinco años de prisión por haber, inhabilitacíon por cuatro años y multa por haber "permitido" y "consentido" que los residuos generados en la urbanización Terrabrava fueran arrojados "sin depuración ni tratamiento" a la riera de Vall-lloparda.

Garcia Cañizares, defendido por Judit Genè, es uno de los alcaldes catalanes que se han visto implicados en procesos judiciales a propósito del tratamiento de las aguas residuales. En la última década, los regidores han tolerado vertidos contaminantes a causa, sobre todo, de la falta de depuradoras, que debía construir la Agencia Catalana del Agua (ACA), un organismo que depende de la Generalitat. La instalación no se llevó a cargo por razones económicas.

1,7 kilómetros afectados

El fiscal considera que, al menos desde el 2005, el acusado "incumplió las obligaciones legales" y permitió que las aguas llegaran a la riera a pesar de que el consistorio "carecía de autorización administrativa" para efectuar los vertidos. Los contaminantes "afectaron gravemente" a los ecosistemas naturales de la riera y generaron "un grave riesgo" para dos espacios naturales situados a escasa distancia de los torrentes. Un tramo de 1,7 kilómetros deVall-llopardase convirtió, concluye el fiscal, en "una alcantarilla a cielo abierto", hasta el punto de que la contaminación "degradó" el ecosistema e "impidió el desarrollo de la vida animal y vegetal".

El alcalde ha afirmado que los residuos de esa urbanización se lanzan a la riera desde hace años, incluso desde antes de ser elegido alcalde, en 1995. Ha subrayado que siempre se ha mostrado preocupado por esta situación y que ha hecho las gestiones oportunas ante la Administración autonómica para resolverlo. "Los técnicos siempre me han dicho que las competencias sobre tratamiento de residuos es del ACA", ha dicho.

"La situación financiera de los ayuntamientos es la que es", ha añadido el alcalde, que ha justificado que su consistorio no se planteara nunca construir la depuradora porque "una administración superior" había asumido esa inversión.

La conexión con Terrabrava

Ante los retrasos en la construcción de esa infraestructura, se ha defendido García Cañizares, el ayuntamiento pidió autorización para conectar las aguas residuales de Terrabrava a la depuradora general del municipio, pero el ACA no se lo permitió, alegando que ese equipamiento no podía soportar ya más caudal, e impidió una ampliación de la misma.

El que fuera director del área de ordenación del Dominio Público Hidráulico de la ACA, Diego Muxó, ha admitido que la actitud del consistorio en relación con los vertidos contaminantes "no ha sido pasiva" y que, desde el año 2007, era la Generalitat la responsable de construir la depuradora al haberse acogido Tordera al programa de tratamiento de aguas residuales urbanas aprobado en el 2006 por la administración catalana.