DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA EPIDEMIA

España registra cada año una media de 3.500 nuevos casos de sida

Las organizaciones que combaten la enfermedad reclaman más información y evitar la discriminación de los afectados

AGENCIAS / Barcelona

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La presidenta de la Coordinadora Estatal de Sida en España (CESIDA), Ubiarraga García Uribe, ha asegurado hoy que en España hay entre 120.000 y 150.000 personas afectadas de sida y que cada año se producen unas 3.500 nuevas infecciones más. De estas, un porcentaje elevado se produce por vía sexual, con especial incidencia en el colectivo homosexual.

Según esta organización, "han pasado 29 años desde el primer diagnóstico de VIH, y desde entonces, no han dejado de aparecer nuevos casos, especialmente en jóvenes de entre 15 y 25 años, donde la tasa de nuevos infectados es del 41%", ha dicho Antonio Poveda, presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), encargado, junto con la actriz Carla Antonelli, de leer el manifiesto de reivindicación y apoyo a las personas con VIH y sida, elaborado por la Coordinadora Estatal de VIH-sida (CESIDA).

Con motivo del Día mundial de la lucha contra el sida, García Uribe ha resaltado que hay entre un 20% y un 25% de personas que no saben que tienen esta enfermedad. A modo de ejemplo, ha destacado que el 40% de los diagnósticos que se están realizando en los hospitales son "tardíos", es decir, corresponden a personas que ya tienen desarrollada esta enfermedad e infecciones asociadas.

García Uribe ha abogado por la "prevención" como medida necesaria para atajar el sida y a alertado al Gobierno de que no se pueden realizar "recortes" en el dinero que se emplea para tratar esta enfermedad, porque al final supondría "un gasto sanitario doble". "El que cada año siga habiendo nuevas infecciones, en este caso 3.500, dicta que la prevención sigue siendo necesaria, es importantísima. Pensamos que hay que individualizar las políticas de prevención, las primarias sobre todo. Tienen que ser valientes (las políticas de prevención), no tienen que tener recortes. No se puede recortar la sanidad preventiva, porque al final es un gasto sanitario doble", ha insistido.

Repunte entre homosexuales

Por su parte, el coordinador de prevención de StopSida, Luís Villegas, ha alertado de que a pesar de que el número de casos de sida en España "está disminuyendo por la eficacia de los nuevos antiretrovirales", la infección del VIH "sigue aumentando" y ha advertido de que se ha detectado "un porcentaje muy alto entre hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres".

Villegas también ha insistido en la importancia de la información y ha asegurado que hay portadores del virus que no son conscientes de ello porque "no tienen la suficiente información o porque no quieren formar parte de este grupo fuertemente discriminado".

Lucha contra la discriminación

En esta línea, la Plataforma VIH en España ha hecho un llamamiento a políticos, profesionales sanitarios y población en general para que trabajen conjuntamente en la eliminación del estigma al que se somete a las personas con VIH o sida y para conseguir que el acceso al diagnóstico y tratamiento de esta infección sea universal.

A juicio de VIH en España, la estigmatización que sufren los afectados del sida "tiene consecuencias muy negativas desde el punto de vista de la salud pública", pues contribuye al retraso diagnóstico y a que la epidemia siga creciendo. "Está comprobado que, en muchos casos, la gente no se hace la prueba por miedo al rechazo si el resultado es positivo", ha señalado la eonegé.

El estudio Seisida 2009 sobre Creencias y actitudes de la población española hacia las personas con VIH indica que más del 30% de la población se sentiría incómoda si alguno de sus compañeros de trabajo estuviera infectado por el VIH. Según el mismo trabajo, un 40% de los empresarios no estaría dispuesto a contratar a alguien por no crear un mal clima laboral y el 44,5% de la población se sentiría incómoda si un empleado de la tienda donde compra habitualmente estuviera infectado por el virus.