Los trajes

De blanco solo la Reina

La mayoría de los invitados optaron por una indumentaria discreta y austera

Ferrusola y Pujol, correctos.

Ferrusola y Pujol, correctos.

CARMEN MUÑOZ
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La ceremonia religiosa de la Sagrada Família tuvo una invitada de excepción, la Reina. Sofía fue la única en vestir de blanco para asistir a la dedicación del templo de Gaudí, un privilegio que solo tienen las reinas católicas. La soberana eligió para la ocasión un traje de chaqueta en blanco roto de la diseñadora Margarita Nuez, una aragonesa afincada en Catalunya que firma muchos de los sastres de la esposa de Juan Carlos.

El resto de los invitados a la celebración, políticos y otras personalidades de la sociedad catalana, optaron en general por una indumentaria correcta, austera, sencilla y discreta, según el análisis de Elisabet Olivé y Montse Guals, responsables del gabinete de imagen personal Qué Me Pongo.

Aunque hubo notas disonantes. Por ejemplo, Anna Hernández, la mujer del presidente de la Generalitat, José Montilla, iba elegante pero demasiado austera.«El abrigo de brocado negro, completamente cerrado, le daba un aspecto demasiado rígido y serio. Ella siempre va más jovial que su marido y en este caso fue al revés. Su seriedad contrastaba con la corbata amarilla y vistosa del president», opinó Olivé.

En cambio, la esposa de Artur Mas, Helena Rakosnik, próxima sucesora de Hernández si las encuestas aciertan, llevaba un abrigo negro abierto, lo que le daba un aspecto más dinámico.

Aunque en un acto de este tipo llevar pantalones no es lo más correcto, según las especialistas, algunas políticas y consortes de políticos optaron por ellos. Como laconsellera de Justícia, Montserrat Tura,«demasiado urbana». «Parecía que iba al despacho», dice Olivé. Con pantalón, pero más correctas, fueron las mujeres de Xavier Trias, Alberto Fernández Díaz (un punto informal con cazadora) y Josep Antoni Duran Lleida. Marta Ferrusola, Alicia Sánchez-Camacho y Montserrat Trueta, viuda de Ramon Trias Fargas, lograron un aprobado generoso.

Algún hombre dio la nota, como Tomàs Molina, el meteorólogo de TV-3,«totalmente inapropiado con jersey rosa, pantalón claro y chaqueta oscura», según Montse Guals.

La buena imagen se consigue con la indumentaria, pero también con la actitud, algo en lo que -en opinión de Elisabet Olivé- erraron dos políticos: José Bono y Ernest Benach, presidentes del Congreso de los Diputados y del Parlament, respectivamente.«Al bajar del coche, Bono se subió el pantalón por la cintura y al andar le quedaba cuatro dedos corto»,explicó la asesora. Benach entró en el templo arreglándose el nudo de la corbata, de color rubí.«Al final parecía excesivamente larga», añadió. A falta de un protocolo concreto para este tipo de ceremonia, el resultado no decepcionó.