LA VISITA PAPAL

El Papa pide una España y una Europa menos materialistas

Los príncipes de Asturias y el vicepresidente Rubalcaba recibe al Pontífice en el aeropuerto de Santiago

ANTONIO M. YAGÜE

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Como estaba previsto, incluso envuelto en una tupida niebla, el Papa ha pisado por primera vez suelo gallego entre vitores y aplausos en su visita como "peregrino de la fe" en el Año Santo, un acontecimiento que ha traído a Santiago de Compostela a unas 200.000 personas y ha blindado la ciudad para protegerle con unos 6.000 agentes. El Pontífice, que viene acompañado con un séquito formado por unas 100 personas, fue recibido en el aeropuerto por los principes de Asturias y por el vicepresidente Rubalcaba, además de por las autoridades gallegas y el arzobispo de Santiago.

España tierra de santos

"El hombre y la Iglesia están siempre en camino", ha asegurado el Papa en sus primeras palabras de contestación a las de bienvenida del Príncipe, en las que ha aprovechado para recordar que España y Europa han desarrollado "una filosofia espiritual marcada de modo indeleble por el Evangelio" y ha culminado pidiendo a Europa y a España que "no solo estén preoucupadas por las necesidades materiales de los hombres, sino también de de las morales y sociales, las espirituales y religiosas"

Benedicto XVI, que ha cerrado su discurso entre fuertes aplausos con un saludo en gallego, ha recordado que como "mensajero y testigo del Evangelio, "iré también a Barcelona para alentar la fe de sus gentes acogedoras y cristianas". También ha recordado los "innumerables ejemplos de santidad" y la fe que inspiraron a Gaudí y que España es tierra de "grandes santos, fundadores y poetas" como Ignacio de Loyola, Teresa de Jesús, Juan de la Cruz o Francisco Javier. "España --ha agregado-- camina en concordia, unidad, libertad y paz. Movida por su rico patrimonio de valores humanos y espirituales busca superarse en medio de las dificultades y ofrecer su solidaridad a la comunidad internacional".

Posteriormente, Benedicto XVI ha recorrido en el papamóvil (modelo Mercedes Benz de 272 caballos y de "color blanco místico"), conducido por un policía español, los once kilómetros que separan el aeropuerto de la catedral de Santiago. Un recorrido que ha realizado sin detenerse pero a escasa velocidad, a entre 10 y 20 kilómetros por hora, para que el público pudiera contemplar su paso y aclamarle. El Papa ha llegado a la una de la tarde a la catedral donde ha rezado ante el sepulcro del apóstol y ha contemplado el vuelo del Botafumeiro, además de compartir un acto con enfermos, niños y ancianos en el interior del templo.

Vigilia y largas colas

Unas dos mil personas, jóvenes en su mayoría, han llevado a cabo una vigilia durante toda la noche, unos doscientos han dormido al raso en sacos de piedra sobre el duro empedrado y han formado largas filas para lograr una de las 6.000 sillas para acceder dese las 8 de la mañana a la Plaza del Obradoiro, donde, tras almorzar en el arzobispado de Santiago, Benedicto XVI oficiará una misa en un escenario altar cubierto en previsión de lluvia.

Los estrictos controles de seguridad impiden el acceso a la plaza de personas con mochilas o con botellas de cristal. También se ha prohibido la actuación de los mimos que, disfrazados de la figura del apóstol, son estampa habitual en el entorno de la catedral. A esta celebración religiosa asistirán 110 obispos, el séquito papal, los Príncipes de Asturias y representantes políticos. Entre ellos estarán el ministro de Fomento, José Blanco, en representación del Gobierno, y el líder del PP, Mariano Rajoy, que ayer coincidieron en sus alabanzas al pontífice y en destacar la importancia del acto como gallegos y como catolicos.

Junto a los políticos peregrios emocionados de todo el mundo han tomado posiciones en la ciudad para tener un buen lugar desde el que ver al Papa. Pero, aunque el despliegue policial hace poco posible cualquier protesta, los grupos contrarios a la visita del Papa como Galiza Laica, porque supone un gasto público indebido y está alterando en exceso la vida ciudadana en Santiago, han organizado una contracelebración en la lolcalidad de Teo. Durante la noche no se registraron altercados y el ambiente de copas habitual de los sábados se alejo de la plaza del Obradoiro.