La degradación del medio ambiente

Catalunya encabeza la saturación urbanística de la costa española

ROSES 1930-2010 3 Estas dos fotografías, tomadas con 80 años de diferencia, dan una muestra de la explotación urbanística de la Costa Brava.

ROSES 1930-2010 3 Estas dos fotografías, tomadas con 80 años de diferencia, dan una muestra de la explotación urbanística de la Costa Brava.

ANTONIO M. YAGÜE
MADRID

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El litoral catalán tiene un futuro muy negro. El décimo informe de Greenpeace le atribuyó ayer el liderazgo en saturación urbanística: el 46,5 % de la costa de Catalunya sufre «construcción abusiva» y apenas el 11% de las zonas no protegidas están libres del «urbanismo salvaje» que está destruyendo la costa en España a razón de 7,7 hectáreas (ocho campos de fútbol) al día.

El vertiginoso ritmo de degradación de la costa se hace patente, según la organización ecologista, en la existencia de un puerto deportivo cada 10 kilómetros. Pero lo peor está por venir, ya que el Plan de Puertos de Catalunya aspira a que la comunidad cuente en el 2015 con 32.000 amarres.

«La carrera de los municipios del litoral por crecer parece imparable», lamentó la responsable de Greepeace en Catalunya, Anna Rosa Martínez, quien denunció que el Ministerio de Medio Ambiente y algunos municipios quieren aminorar las exigencias de la ley de costas para lograr la recalificación de terrenos para conseguir más recursos.

Greenpeace recordó que con el plan E para reactivar la economía, el Gobierno central amplió en dos años el plazo para la terminación de los tres millones de viviendas que se proyectaron en el 2007, de manera que el suelo todavía no ha recuperado su calificación de rústico.

DEPENDENCIA DEL LADRILLO // El director de la organización ecologista en España, Juan López de Uralde, apuntó que para «poner fin al saqueo de las costas» es preciso «resolver la dependencia del ladrillo que tienen los municipios españoles para financiarse».

Las imágenes que comparan la costa actual con la de hace unos años, dan cuenta del «salvaje cambio» producido y de que el territorio costero ha sido «depredado», en palabras de López de Uralde.

Otro aspecto negro de Catalunya es la elevada degradación de las aguas. Según los datos de Greenpeace, esta comunidad genera el 42% de la contaminación que se vierte en el litoral mediterráneo español. Junto a la actividad portuaria, cita otros focos contaminantes, como las refinerías y plataformas petrolíferas de Tarragona, y recuerda que la Agencia Europea de Medio Ambiente declaró en el 2007 a esta provincia, al Delta del Ebro en particular y a Barcelona como «puntos de alarma». A ello se añaden las aportaciones de los ríos más contaminados, «como el Ebro, el Llobregat y el Besós, cuyos cauces soportan el impacto de grandes contaminantes industriales».

Anna Rosa Martínez destacó entre las asignaturas pendientes de Catalunya la exigencia del cumplimiento de la legislación a las empresas químicas, «sobre todo para que eliminen las tecnologías más contaminantes y asuman los costes reales».

TORREDEMBARRA Y COMA-RUGA// La onegé ecologista pidió al Ministerio de Medio Ambiente que compre las parcelas de los terrenos de Els Muntanyans (Torredembarra) para evitar la urbanización de ese espacio, «cuyo valor ambiental es único y debe ser protegido».

Durante la presentación del informe, Greepeace exigió también que se paralice el proyecto de ampliación del puerto deportivo de Coma-Ruga por cuando afecta a la reserva marina de Masia Blanca. «El destrozo ambiental que supondría el aumento de amarres –apuntó Martínez– acabaría con la diversidad biológica del fondo marino y, como en otros casos, no supondría ningún efecto dinamizador del turismo de la zona».