Catalunya estrena el primer plan de emergencias ferroviarias de España

Hace unos días, un convoy del AVE se quedó detenido en un túnel a las puertas de la ciudad de Barcelona. Cuando pasaron unos cuantos minutos y se constató que el tren tardaría todavía un tiempo en reanudar la marcha, entró una llamada en el 112, la central de emergencias de la Generalitat. No llamaba un pasajero preocupado o angustiado, como a menudo suele pasar cuando un tren se detiene más tiempo de lo normal, y más en un túnel, sino un empleado de Renfe. Fue la señal, el primer aviso, para activar el Ferrocat, el nuevo plan de emergencias en el transporte de viajeros por ferrocarril, que será ratificado en fechas próximas por el Gobierno de la Generalitat.

El plan, pionero en España, fue homologado el pasado 17 de diciembre por la Comissió de Protecció Civil de Catalunya (CPCC), y desde aquella fecha ha sido puesto en marcha en unas pocas ocasiones, como la citada parada imprevista del AVE. Aquella no fue exactamente una emergencia, sino solo un aviso de prealerta, que será el que más se utilizará en vista de que cubrirá incidentes como cortes de la línea de tren por diferentes causas (atropellos, fallos de infraestructura...); evacuación, traslado y alojamiento de pasajeros, y el registro masivo de llamadas de usuarios al 112 informando de una incidencia.

PASAJEROS ATRAPADOS / Sobre todo el último caso deja bastante clara la utilidad de este nuevo plan de actuación de Protecció Civil en la mayoría de las ocasiones: servirá para ofrecer información a pasajeros retenidos o atrapados en un tren, datos de los que antes no se disponía, ya que el 112 no estaba informado de estas incidencias. Ahora, las empresas implicadas (Renfe, Adif, Ferrocarrils de la Generalitat y el metro de Barcelona) están obligadas a comunicar cualquier tipo de estas incidencias, además de su causa y su posible solución. «Ahora, cuando un viajero llama al 112 podremos decirle lo que está ocurriendo y si estará mucho tiempo parado o si, por ejemplo, está en camino otro tren para poder evacuar a los pasajeros», explica Montse Font, jefa del Servei de Gestió del Risc i Planificació de la Dirección General de Protecció Civil.

CAOS EN CERCANÍAS / Precisamente, la falta de información a los pasajeros ha sido siempre el punto más débil y criticado de Renfe en este tipo de circunstancias. La idea de desarrollar un plan explícito para incidencias y emergencias en el transporte por ferrocarril –en el que se incluyen el tren convencional, el AVE, el metro, el funicular y los trenes cremallera y turísticos– surgió en el 2007, durante los meses de caos en las líneas de Cercanías cuando estas quedaron interrumpidas día sí, día también debido a las deficiencias de las infraestructuras y al impacto de las obras del AVE.

«La gente llamaba a los bomberos para alertar de que llevaba mucho tiempo atrapada en un tren a 40 grados, pero ocurría que los bomberos no sabían nada. O no podían actuar porque Adif no daba permiso para entrar en las vías. Con el plan Ferrocat se evitarán estas situaciones, que a veces inducían a los pasajeros a abandonar el tren por su cuenta y caminar por las vías», dice Font.

Las empresas implicadas ya tienen sus propios planes de seguridad en casos de incidentes o accidentes. El objetivo del Ferrocat es coordinar mejor todos los servicios de emergencia. La Generalitat no disponía hasta ahora de un plan especifíco para el ferrocarril, que quedaba incluido en el más genérico plan de accidentes con múltiples víctimas en caso de colisiones con heridos o muertos, por ejemplo.

La llegada del AVE ha acelerado también la puesta a punto del plan, que se fundamenta en cálculos de riesgo y saturación de cada tramo de la red ferroviaria catalana, que consta de un total de 1.847 kilómetros que cruzan 317 municipios y 464 estaciones. Entre los segmentos más saturados no figura solo el corredor mediterráneo entre Barcelona y Tarragona, por su gran densidad de tráfico, sino también la línea Ri-

poll-Puigcerdà, tanto por su antigüedad como porque discurre por vía única.

PELIGRO EN TÚNELES/ Además de prestar más atención a los tramos más saturados, el Ferrocat presta atención especial a los túneles. Tener que evacuar pasajeros de un tren parado en un túnel activa la fase de alerta, igual que si hubiera un choque con heridos. Las dos fases de emergencia, denominadas 1 y 2 se aplican cuando hay accidentes ferroviarios (choque, descarrilamiento) con víctimas mortales o heridos graves, o cualquier situación de riesgo colectivo para la población.