Senderismo ilustrado

Un vecino de Sarrià-Sant Gervasi publica 'Excursions per la història de Collserola', una guía que conecta los principales puntos de interés histórico y patrimonial del pulmón verde de la ciudad

Nüñez, con su libro, en el merendero del desaparecido Lake Valley.

Nüñez, con su libro, en el merendero del desaparecido Lake Valley.

LUIS BENAVIDES / BARCELONA

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La sierra de Collserola es mucho más que la carretera de las Aigües y el Tibidabo, su cumbre más alta y mágica. Este pulmón verde, con más de 8.000 hectáreas de espacio natural, alberga yacimientos de la edad de piedra, asentamientos íberos, numerosas ermitas románicas, castillos medievales y edificios más que centenarios desconocidos para la gran mayoría de los barceloneses. Un vecino de Sarrià-Sant Gervasi, Iñaki Núñez, de 75 años, reúne y conecta estos elementos en la guía Excursions per la història de Collserola, publicada recientemente por Cossetània Edicions.

El libro sugiere 24 itinerarios con inicio en diferentes puntos repartido por la ciudad de Barcelona y otros municipios metropolitanos pegados al parque. "Todas las rutas tienen una media de dos horas de duración, aptas para todas las condiciones físicas. No hay barrancos ni grandes peligros", bromea Núñez,  un donostiarra afincado en Barcelona desde 1973. "Esto no tiene nada que ver con las hayas de mi tierra, pero adoro Collserola. Hay partes muy humanizadas -continúa-, pero también hay otras totalmente salvajes".

RUTAS ASEQUIBLES

El autor recomienda a sus lectores empezar con un sencillo recorrido con salida desde la plaza de John F. Kennedy, en Sant Gervasi, y final en la estación de ferrocarril Baixador de Vallvidrera. "Esta ruta, la primera del libro, finaliza en el Centre d'Informació del Parc de Collserola, donde hay una exposición permanente muy interesante. Este centro está situado frente a Vil·la Joana, un edificio precioso donde dicen que murió el poeta y montañero Mossèn Cinto Verdaguer", explica el veterano alpinista.

El pantano de Vallvidrera, obra del arquitecto Elies Rogent, es uno de los rincones favoritos de Núñez. "Data del 1864 y fue considerado una joya de la ingeniería hidráulica. Hoy es un lugar concurrido por el merendero, situado en el antiguo Lake Valley, un parque de atracciones que no tuvo el éxito del Tibidabo", recuerda el también voluntario de Collserola. "Los hay que limpian el bosque, otros eliminan plantas invasoras... Yo prefiero marcar bien los caminos. No hay cosa que me dé más rabia que un recorrido mal indicado", sigue Núñez.

Las rutas trazadas por Núñez en el libro están ordenadas cronológicamente, de la prehistoria a la actualidad. Hay elementos bien conservados, como los dos megalitos con inscripciones antropomórficas, pero también hay ruinas que requieren grandes dosis de imaginación por parte del lector.

Ignasi Forcada, vicepresidente del Club Excursionista de Catalunya (CEC), destaca el gran trabajo de documentación del autor: "Núñez ha contado con la colaboración de numerosos historiadores y geólogos. El resultado es excelente".

VACÍO EDITORIAL

Excursions per la història de Collserola ha recibido el XIV premio Vèrtex convocado por la Federació d'Entitats Excursionistes de Catalunya (FEEC). "El libro llena un vacío importante, porque estos libros se suelen centrar en aspectos paisajísticos o botánicos, por ejemplo", explica Marià Martí, director general del Consorci del Parc de Collserola, ente encargado de promover un uso respetuoso del pulmón verde. "El libro es ideal para la gente que sale al bosque sin prisas, para disfrutarlo -sigue Martí-, con ganas de descubrir elementos que podrían pasar inadvertidos".