Solo 11 estados de la UE han adaptado ya la nueva normativa antitabaco

La fecha límite para que los gobiernos de la Unión Europea incorporaran a su legislación interna las nuevas normas sobre productos de tabaco expiraba este viernes 20 de mayo. Los Estados miembros han tenido dos largos años para hacer los deberes pero de momento solo once de ellos -entre los que no está España- han cumplido y concluido el trámite. Bruselas ha aprovechado esta fecha clave en la agenda para urgir de nuevo a los gobiernos más remolones y concluir una tramitación que tiene un objetivo: reducir el número de personas que mueren cada año por enfermedades ligadas al tabaquismo.

Entre los países más avanzados están Bélgica, Bulgaria, Alemania, Estonia, Italia, Letonia, Lituania, Malta, Portugal, Eslovaquia y Reino Unido, aunque la Comisión Europea espera recibir la notificación de Irlanda este sábado elevando a doce el número de países que cumplen con la legislación europea. Para el resto (como España, que ha empezado el viernes a cumplir con las nuevas advertencias en las cajetillas de tabaco, cambio para el que los fabricantes tienen como tope el 20 de mayod del 2017), no hay fecha aunque en Bruselas confían en que lo hagan pronto.

AHORRO SANITARIO

"Estoy convencido de que lo harán. Los beneficios de reducir el consumo de tabaco son evidentes: mejor salud y bienestar, menos enfermedades crónicas y unos beneficios económicos sustanciales. Una reducción de solo el 2% supone un ahorro anual en sanidad de 506 millones en la UE”, sostiene el comisario de salud y seguridad alimentaria, Vytenis Andriukaitis.

Para hacer realidad estos objetivos lo que ha hecho la UE, pese a la fuerza del lobi del tabaco, es endurecer la legislación, aumentando el tamaño de las advertencias en las cajetillas, haciendo más difícil que las tabacaleras vendan productos engañosos y prohibiendo los cigarrillos de sabores como el mentolado, que enmascaran el sabor y pueden hacer este producto más atractivo aunque su presencia en el mercado seguirá siendo posible al menos hasta mayo del 2020 para permitir a los fabricantes agotar sus estocs.

CAJETILLAS SIN MARCA

El gran cambio alcanzará primero a los once países que ya han adaptado la normativa. Con las nuevas reglas, las cajetillas y paquetes de tabaco de liar que nos encontremos en los estancos de estos países deberán estar cubiertas al menos en un 65% con advertencias que muestren los efectos sociales y sobre la salud del tabaco aunque nada impide a los gobiernos ir más lejos como es el caso de Francia y Reino Unido donde las cajas de tabaco serán uniformes, sin el logo de la marca. Habrá tres series de advertencias que se alternarán cada año para garantizar que se mantiene su efecto.

Además, se sustituirá el etiquetado relativo a los niveles de alquitrán, nicotina y monóxido de carbono de los cigarrillos por un mensaje informativo con advertencias, como “el humo del tabaco contiene más de 70 sustancias cancerígenas”, porque el etiquetado actual llevaba a pensar que algunos productos son menos peligrosos. Y estarán prohibidas las cajetillas con menos de veinte cigarrillos, la venta de cigarrillos finos y la inclusión de mensajes engañosos y referencia sobre los efectos positivos. La normativa también regula el cigarrillo electrónico y obliga a los fabricantes a limitar el nivel de nicotina en el líquido.