RECOMENDACIONES Y PELIGROS

Al hígado le va la fruta y el café

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Una investigación del Instituto Universitario de Biomedicina (Ibiomed) de León demuestra que la ingesta de frutas y verduras influye en el control de un gen (el LXRa) para lograr una disminución de la grasa hepática (esteatosis), muy frecuente en pacientes con hepatitis C, y evitar que se replique el virus. El estudio se centró en los efectos de distintos flavonoides, principalmente quercetina, que se encuentran en frutas y verduras, como la manzana, la cebolla, las uvas, las cerezas, la soja y el té. Y sobre todo del café. Una investigación del Instituto Nacional del Cáncer de EEUU, coordinada por Neal Friedman, ha detectado un descenso en la progresión de la enfermedad entre los pacientes tratados que consumen dos tazas o más al día.

La Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) advierte de que hay hierbas que pueden resultar muy perjudiciales como pie de paloma, borraja, cineraria, nomeolvides, hierba cana o senecio aúreo. No es que no puedan tomarse estos remedios, pero es preciso un control médico, conocer su composición precisa y su procedencia. «En cualquier caso, con seguir la dieta mediterránea es suficiente, con cero de alcohol», explican las guías destinadas a estos pacientes, distribuidas en los centros de salud. De paso, también les advierten de otras limitaciones como la de no poder ser donantes.