ALIMENTACIÓN Y HÁBITOS SALUDABLES

Leche vegetal, la alternativa

SOJA.  La leche de esta legumbre aporta aminoácidos, vitamina B y minerales.

SOJA. La leche de esta legumbre aporta aminoácidos, vitamina B y minerales.

CARMEN HIERRO

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El consumo de leches vegetales como alternativa a la leche de vaca va a más. Las principales razones para ello son las alergias a la proteína láctea y la intolerancia a la lactosa. La alergia suele desarrollarse durante el primer año de vida y se trata de una reacción adversa del organismo, una respuesta desproporcionada del sistema inmunitario frente a las proteínas de este alimento normalmente inofensivo. Los síntomas tras la ingestión pueden ser dolor y distensión abdominal, vómitos, diarrea, urticaria e incluso dificultad al respirar.

La intolerancia a la lactosa es un problema que impide que la leche de vaca sea bien admitida por el organismo de las personas que la padecen; aproximadamente el 70% de la población adulta mundial la sufre, aunque no todos los afectados presentan síntomas. La lactosa es el hidrato de carbono específico de la leche, y su intolerancia se debe a la falta de lactasa, enzima intestinal cuya función es digerir la lactosa. Los síntomas más frecuentes son las náuseas, las flatulencias y la diarrea.

LIGERAS / Las leches vegetales son, en general, más ligeras y más fáciles de digerir que la leche de vaca y pueden sustituirla en todos sus usos: se pueden tomar como bebida, acompañando cereales, en sopas, salsas... De este modo, tanto las personas alérgicas como las intolerantes a la lactosa, así como aquellas que tienen malas digestiones o que quieran aportar a su organismo los diferentes minerales y proteínas que contienen, optan por incluirlas en sus dietas.

Legumbres como la soja, cereales como el arroz, la avena y la cebada y frutos secos como las avellanas, las nueces y los pistachos son el origen de las leches vegetales. La forma más básica de prepararlas consiste en poner en remojo la materia prima para ablandarla y después triturarla. La mezcla se filtra, se deja reposar  y finalmente se bebe.

FÓSFORO Y AZUFRE / Una de las leches vegetales más completas es la de avena, ya que contiene hidratos de carbono, vitaminas B, E y D, calcio, fósforo, potasio, sodio, hierro, magnesio y zinc. Por su riqueza en fósforo, es muy conveniente para favorecer la actividad cerebral, y por su contenido de azufre es beneficiosa para la piel y también como remedio para la fragilidad de las uñas. La de arroz posee, entre otras, propiedades depurativas e hipotensoras, y la de chufa resulta muy adecuada para las personas que sufren de hipertensión, colesterol o ácido úrico.

La leche de almendra, al igual que la de avellana, es muy recomendable para controlar los niveles de colesterol. La primera no tiene gluten, por lo que es apta para celíacos; la segunda es rica en ácido oleico y baja en sodio. La de coco es altamente energética y muy rica en fibra y minerales como el magnesio o el calcio, y por lo tanto es también muy saludable y nutritiva. La de soja está recomendada para atletas, diabéticos y personas con sobrepeso o con colesterol, ya que contiene altas dosis de aminoácidos esenciales y vitamina B. También hay leche de nueces, de semillas de girasol, de cebada, de sésamo y de piñones, igualmente más fáciles de digerir que la leche de vaca.