Flatstock aúna música y arte a través del póster

En algunos pósteres aparece el nombre del artista, el lugar, la hora y la fecha del concierto. En otros, apenas se ve el nombre del músico. Y en muchos se obvia la información porque «lo importante no es explicar quién, cuándo y dónde es una actuación, sino recrear el universo que un determinando grupo de música sugiere a un artista gráfico», explica Alberto Guijarro, director del San Miguel Primavera Sound, acerca de los carteles musicales. La afirmación puede sorprender si se piensa que la finalidad de los pósteres es indicar el mayor número de datos posible sobre un concierto para los fans, y esto es así en el caso de los carteles llamados de calle, los que se cuelgan en los puntos de información, pero no en los que llevan la etiqueta de coleccionista. Y a estos últimos hace referencia la feria Flatstock, la más importante en su género y que llega por primera vez a Barcelona de la mano del Primavera Sound (del 31 de mayo al 2 de junio, en el Fòrum).

La cita debuta en España pero no en Europa, donde ya se celebró el año pasado, en el Reeperbahn Festival de Hamburgo (Alemania), aunque en Estados Unidos ya lleva una década en marcha, desde que se fundó el American Poster Institut, una asociación sin ánimo de lucro que aúna música y arte visual, y que tiene como objetivo la promoción de carteles musicales, de ahí que creara la feria Flatstock. La cita, itinerante, se celebra paralelamente a importantes festivales musicales como el Bumbershoot Music Festival, en Seattle, y el Pitchfork Music Festival, en Chicago, y tiene su convención anual en Austin. En Barcelona están una treintena de los artistas asociados, que presentarán obra nueva, creada expresamente para el Primavera, y piezas antiguas.

ENTRE 20 Y 100 EUROS / Pero, ¿qué diferencia un póster de calle de uno de coleccionista? «Estos últimos están pensados para tener en casa como obra de arte -apunta Guijarro-, y son serigrafías con una tirada limitada de 50 a 100 copias, y cuestan entre 20 y 100 euros. El creador puede ser o no el mismo que hace el cartel de promoción». La explicación es válida para dibujar el panorama en Estados Unidos; aquí la cosa es diferente. «No hay tradición», sentencia Xavi Forné, del estudio Error! Design, impulsor y director de The Poster Collective, el hermano español del American Poster Institut, y que también estará presente con cinco artistas en la feria. «En EEUU son los reyes del cartelismo de conciertos. Allí hay un negocio detrás, aquí es solo un hobby. A nosotros nos encargan el cartel de promoción y luego nosotros mismos, por nuestra cuenta, lo serigrafiamos», dice Forné. Los precios tampoco son iguales: «Los vendemos entre 8 y 20 euros». ¿Dónde? «En ferias como Flatstock y a través de la web; algunas veces, las menos, también en conciertos».

Otra diferencia con EEUU. «Como allí hay más tradición, la gente va a los conciertos y se compra el disco y el póster. Aquí los fans no ven claro tener que pagar 20 euros por un trozo de papel que siempre ha sido gratis», sentencia Forné. Y eso que los hay muy trabajados, ya que muchos artistas los hacen a mano, a partir del dibujo, la pintura o la fotografía. También hay colajes y, por supuesto, diseño e ilustración.

EVOLUCIÓN / Y un último agravio comparativo con EEUU: «Allí, a diferencia de lo que ocurre por aquí, los grupos están acostumbrados a que se les haga un póster serigrafiado». Aunque Forné no quiere mostrarse pesimista: «En los últimos dos años ha habido una cierta evolución. Y es cierto que con el anuncio de la feria y la exposición, la gente habla del tema y hay una cierta expectación».

La muestra a la que hace referencia Forné es Flatstock, the world of music posters, una exposición de 70 piezas de artistas de American Poster Institut y de The Poster Collective que puede verse en La Virreina hasta el 3 de junio. Como en la feria del Fòrum están todos los importantes: The Decoder Ring, Boss Construction, Douze y Crosshair, por la parte americana; Error! Design, El Sr. Gómez, Münster Studio, Laia Delgado y Diego Mena. «Todos bebemos de los americanos, y coincidimos en estilo en un momento dado pero a la vez nuestras creaciones son muy personales», concluye Forné. Habrá que verlo. A partir del jueves.