LA ESTABILIDAD DEL EJECUTIVO CATALÁN

Tensión en el Govern: "Nosotros ya sacrificamos a Mas"

Reunión del del Govern de Catalunya en el Palau de la Generalitat

Reunión del del Govern de Catalunya en el Palau de la Generalitat / periodico

NEUS TOMÀS / BARCELONA

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Las reuniones del Consell Executiu acostumbran a ser ordenadas, con poco debate y normalmente ceñido al orden del día. Pero la del pasado martes no fue así. Las diferencias de criterio entre el PDECat y ERC sobre cómo abordar la negociación presupuestaria con la CUP provocaron un debate intenso, según uno de los presentes, y cordial, en opinión de otro miembro del Govern. El meollo del desacuerdo es si Junts pel Sí tiene que negociar o no una posible modificación del IRPF para elevarlo en sus tramos más altos. La antigua Convergència no quiere ni oír hablar de esta posibilidad mientras que los republicanos defienden que no debería cerrarse la puerta.

Una de las más contundentes fue la 'consellera' de Ensenyament, Meritxell Ruiz, quien llegó a afirmar que su partido ya había cedido bastante al sacrificar a Artur Mas y se preguntó para qué ha servido si al final tienen que claudicar de nuevo ante la CUP. Su mensaje fue claro: el PDECat no va a hacer ninguna otra concesión a los anticapitalistas que pueda perjudicar a sus intereses. También el secretario del Govern, Joan Vidal de Ciurana, uno de los hombres más próximos a Mas (fue director de la Oficina del President en la pasada legislatura) se mostró contrario a entrar a debatir modificaciones tributarias. 

¿DINERO PARA MONTORO?

Otro de los miembros del Ejecutivo que tomó la palabra fue el titular de Territori i Sostenibilitat, Josep Rull. Su intervención se fundamentó en  subrayar la incoherencia que representa subir impuestos para que vayan a las arcas del Ministerio de Hacienda si, como pronostica la propia CUP, el objetivo de los partidos soberanistas es que Catalunya enfile este mismo año el camino de la independencia (hay que tener en cuenta que la liquidación de este impuesto con las comunidades autónomas se realiza dos años después).                                                                       

Por su parte, los 'consellers' republicanos intervinieron para defender todos una misma idea y es la de que, aunque de entrada se rechace la petición de los cuperos, habría que tomar en consideración la posibilidad de abrir un debate sobre la fiscalidad. Insistieron en que se podría negociar sin que esto implique «un choque». El propio Govern ha hecho simulaciones sobre cuáles son las opciones para modificar el IRPF  IRPF y la conclusión es que habría margen porque los tipos más altos están por debajo de la media de las autonomías de régimen común. Otra cosa es que política (y electoralmente)  todos los partidos intentan acontentar a su electorado. Y el PDECat no es una excepción. 

PUIGDEMONT Y JUNQUERAS

En el Consell Executiu, tanto el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, como el vicepresidente, Oriol Junqueras, quisieron templar las tiranteces pero, tras comprobar que entre los dos partidos de Junts pel Sí este continúa siendo un punto de disenso, optaron por verse a solas una vez finalizado la reunión e intentar que la discrepancia no vaya a más.Al menos públicamente.

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El líder de ERC es quien tiene que lidiar estos días con los diputados de la  CUP después de que estos le reprochasen que hasta ahora no se había implicado para nada en las conversaciones sobre las enmiendas a los presupuestosenmiendas. Paradójicamente, aunque republicanos y 'cupaires' puedan estar de acuerdo en la necesidad de abordar un aumento de impuestos, a la hora de negociar se ha evidenciado una hostilidad que se arrastra desde la anterior negociación, cuando los anticapitalistas se sintieron engañados por el vicepresidente y 'conseller' de Economia. 

El malestar es tan evidente que tanto en público como en privado han llegado a apelar a Puigdemont para que participe también en las negociaciones.  

RECADO A LA CUP

Junqueras insistió este viernes de nuevo en el incremento de las partidas destinadas a políticas sociales e interpeló directamente a los cuperos: «¿Es mejor tener 1.170 millones más para escuelas y hospitales o es mejor tener 1.170 millones menos? Es claro, nítido y se entiende bien. Esforcémonos todos».

La gestión del vicepresidente está bajo la lupa porque mientras la relación con Puigdemont es fluida, en el PDECat (inmerso en sus propias turbulencias internas y sin un  candidato claro), cada vez hay más voces que consideran que su propósito es pasar desapercibido, no cometer ningún error que pudiera conllevarle una inhabilitación y llegar impoluto a unas elecciones que, según todos los sondeos, conseguirá ganar sin problemas.