El 'suicidio' de Iniciativa

En toda España, los homólogos de nuestra izquierda menos integrada suspiran por aliarse con la flamante y flamígera Podemos, pero no les quieren. No satisfechos por haberles afeitado el discurso de las dos orillas, el que mete a PP y PSOE en el mismo saco, los izquierdistas de aula y despacho les utilizan buena parte del electorado. Y sin haber nunca picado piedra a pie de calle ni convivido con la problemática social más acuciante como hacen otras organizaciones de izquierda alternativa. Los de Podemos rechazan las alianzas con Izquierda Unida como si los de Cayo Lara fueran apestados por el hecho de sentarse en el Congreso de Diputados, sede y madriguera, según ellos, de la más pútrida corrupción. Encima, de poco les va que no les cuelguen el sambenito de monaguillos de la famosa casta, o bien de miembros de pleno derecho del execrable colectivo de políticos, banqueros y poderosos culpables de las desgracias de España.

En estas tan desfavorables y poco merecidas circunstancias, antes de morir o quedar tocados por las lenguas de fuego de los oradores de Podemos, se puede considerar un gran mérito de Iniciativa haber sido admitida en el conglomerado representado por Ada Colau. Colau ha picado piedra social, y de la buena. En Barcelona, a la izquierda de la socialdemocracia hay muchos que se ha ganado la plaza, de forma que Podemos, en vez de cortar el bacalao, se lo tiene que tragar. Por eso no han podido imponer ni su punto programático primordial, que consiste en exterminar a la competencia. ¿Éxito pues de Iniciativa? En contra de esta opinión, los partidarios de la política tradicional -que acabarán ganando si eliminan la corrupción, como no tardaremos muchos años en comprobar- acusan a IC de haberse suicidado en Barcelona y consideran la retirada de Ricard Gomà como una prueba de su interpretación.

¿Seguro que es un suicidio político? ¿No podría ser, la gran alianza de izquierdas, una manera de ampliar la parroquia de los expsuqueros y acompañantes? Ellos aspiran a arramblar con todo lo que está a su izquierda (menos la CUP, que va a lo suyo y no se deja engatusar). Si así es, vale la pena el pequeño sacrificio de quedarse, provisionalmente, en segundo término. ¿Se han parado a pensar quienes acusan a IC de suicidio, en su capacidad organizativa, en su preparación ideológica, en la muy dilatada experiencia política, en la probada y casi infalible habilidad por fagocitar todo lo que se les aproxima, sea verde o rojo? O bien Iniciativa se ha suicidado en Barcelona o Guanyem acabará por revelarse como su marca blanca. Una de dos.

Pablo Iglesias, que es un aprovechado pero no un pájaro bobo, prohíbe las alianzas con IU. ¿Adivinan por qué? ¡Para contar con alguna posibilidad de supervivencia!