EL CONFLICTO VASCO

Sarkozy revela su posición favorable al acercamiento de presos de ETA

Nicolas Sarkozy es escoltado hasta su coche, ayer, en Bayona.

Nicolas Sarkozy es escoltado hasta su coche, ayer, en Bayona.

ELIANNE ROS
PARÍS

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El presidente francés, Nicolas Sarkozy, encendió ayer la mecha de una polémica que puede enrarecer la buena relación entre su país y España, rubricada con la concesión del Toisón de Oro, el pasado 16 de enero, en reconocimiento por la colaboración de Francia en la lucha contra el terrorismo. Sarkozy aprovechó un acto electoral -concurre a las presidenciales del mes de abril- en el País Vasco francés para mostrar su posición favorable al acercamiento de presos de ETA, que consideró «deseable», y dijo seguir con «mucho interés» el proceso abierto tras el cese de la actividad violenta de la banda.

Las palabras del presidente de la República sorprendieron, sobre todo, en su país, pues el Gobierno francés evita pronunciarse sobre esta cuestión. Además, el pasado noviembre, el ministro del Interior, Claude Guéant, dijo que Francia se mantenía «alerta» pese al alto el fuego y que sería inflexible con los etarras presos (en Francia hay 144), ya que no veía razones para darles ningún trato diferenciado.

RECIBIDO CON ABUCHEOS / La insólita declaración de Sarkozy tuvo lugar en una explotación agrícola de Itxasou, antes de dirigirse a Bayona, donde fue recibido con abucheos, pitidos y una manifestación en su contra organizada por miembros de la izquierda aberzale y militantes del Partido Socialista (PS). El presidente francés lamentó que «militantes socialistas se hayan aliado con los independentistas vascos». Horas más tarde, la agencia France Press descartó que los militantes del PS participaran en los altercados.

Tras las protestas, que le obligaron a refugiarse en un bar antes de ser evacuado, Sarkozy matizó sus declaraciones sobre los presos de ETA. Precisó que estaba dispuesto a negociar el acercamiento de reclusos siempre que sea «sin violencia». «La República no se va a dejar impresionar por la intolerancia», añadió antes de desplazarse a Bruselas para asistir a la cumbre europea, en la que coincidió con Mariano Rajoy.

Quizá para evitar una situación incómoda con su colega, Sarkozy reivindicó su estrecha colaboración con España en la lucha contra el terrorismo y señaló que si se ha llegado a la situación actual es «gracias a la firmeza contra los asesinos».

El Gobierno de Rajoy se apresuró a manifestar que mantendrá la política penitenciaria y el Ministerio del Interior condicionó los acercamientos a las reinserciones individuales. Sin embargo, Amaiur instó al Ejecutivo a tener «en consideración» la opinión del dirigente francés. «Solicitamos al Gobierno que abandone su trinchera», remarcó Iker Urbina, diputado de la fuerza aberzale.

La Asociación de Víctimas del Terrorismo, por su parte, opinó que Sarkozy «se ha equivocado», pues el «acercamiento de presos sería un retroceso total de la lucha y las reivindicaciones de las víctimas».