La reunión del grupo parlamentario no desencalla el conflicto en el PSC

Silencio absoluto y caras largas. Esa ha sido la estampa de los diputados del PSC al término de la reunión del grupo parlamentario para preparar el pleno del jueves, en el que se votará la solicitud de la consulta soberanista al Congreso. El primer secretario, Pere Navarro, y los diputados críticos no han logrado acercar posiciones y el encuentro ha reproducido la división que se plasmó el pasado lunes en la ejecutiva del partido. La dirección insiste en que el 'no' a la petición del referendo es innegociable y los díscolos han reiterado su apuesta por la abstención como solución de consenso. Ningún diputado ha querido hacer declaraciones después del encuentro, que ha durado una hora.

"No se ha movido nada. Estamos donde estábamos", han asegurado fuentes del grupo parlamentario. En principio, la de este martes era la última reunión de los sectores del PSC antes de la votación del jueves, aunque no se descarta que puedan haber nuevos contactos para evitar que se repita la imagen hace un año, cuando cinco diputados rompieron la disciplina de voto para no rechazar la declaración de soberanía de Catalunya. En este caso, la dirección está decidida a expulsar del grupo a los parlamentarios que no acaten la decisión del consejo nacional del partido, que en noviembre apoyó en un 83% el 'no' a la solicitud del referendo.

En los últimos días, dirigentes y diputados afines a la cúpula, como Xavier Sabaté y Jaume Collboni, han abogado también por la abstención en aras de la unidad del grupo y el partido. Uno de los parlamentarios que podría romper la disciplina de voto, Joan Ignasi Elena, de la corriente crítica Avancem, votó el pasado lunes, en el Ayuntamiento de Vilanova i la Geltrú (Garraf), a favor de una moción de apoyo a la fecha y pregunta de la consulta del 9 de noviembre y de la petición de las competencias al Congreso para convocarla.