CONVENCIÓN NACIONAL DEL PP

Rajoy supedita la recuperación de España a frenar a Podemos

GEMMA ROBLES / MADRID

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Cuando apenas quedaban unas horas para que el futuro de Grecia se decidiera en las urnas, y con la incógnita de si Syriza confirmaría los pronósticos de las encuestas, Mariano Rajoy pronunció un importante discurso ante su partido, que clausuraba su convención nacional y daba el primer paso de lo que se promete una larga precampaña. Importante por los asuntos que tocó --Catalunyacorrupción, situación económica y auge de Podemos--, pero también porque en las próximas horas se hará llegar su transcripción, a modo de 'argumentario', a todos los cargos populares para que en lo posible repitan y difundan su contenido en los medios o en esas asambleas que, según les explicó el sábado el jefe de campaña, Carlos Floriano, están obligados a realizar para tratar de recuperar el voto que amenaza con dejar al PP.

La frase pronunciada por Rajoy que más aplausos sin duda cosechó de sus compañeros fue la siguiente: "No es lo mismo dar doctrina en un programa de televisión que defender los intereses de España en el Consejo Europeo", en clara alusión al líder der PodemosPablo Iglesias. Ninguna otra cuestión levantó tanta expectación en el auditorio, lo que evidencia cuál es la principal preocupación que en estos momentos tienen los populares en la cabeza. Y eso que Luis Bárcenas ha salido de la cárcel. "España no está para retrocesos en el tiempo ni saltos en el vacío. No podemos volver atrás; no podemos perder el terreno ganado; no podemos tirar por la borda el sacrificio y trabajo de los españoles. Digo más: no podemos jugarnos nuestro futuro y el de nuestros hijos a la ruleta rusa de la frivolidad, la incompetencia o el populismo", dijo, resumiendo el que sin duda será mensaje-fuerza del PP a partir de ahora.

SIN "CONJUROS CARIBEÑOS"

Tras usar cinco veces un no podemos para encabezar afirmaciones referidas a lo que, supuestamente, España no se debe permitir una vez lograda la recuperación económica --"el cambio ya se ha producido. Es una realidad. Ahora toca profundizar en él", llegó a decir--, el presidente recalcó que este es un país "serio" y con una ciudadanía "seria y madura" que sabe bien que los problemas "no se resuelven con palabras mágicas ni conjuros caribeños". "Los extremismos nunca han traído nada bueno. Sabemos que a los problemas difíciles no se les hace frente con radicalismo, con demagogia y menos aún con planteamientos mesiánicos y doctrinarios", agregó.

También ofreció Rajoy a su público un puñado de alusiones a los socialistas, aunque en este caso para echarles en cara que sean incapaces, dijo, de reconocer que "España se ha salvado de la catástrofe" que en terreno económico "parecía inevitable". A ratos también se permitió meter a Podemos y PSOE en un mismo saco --"¿qué ofrecen unos y otros, aparte de consignas y eslóganes vacíos?. Nada, Confusión, ocurrencias y peleas entre ellos"-- y a ambos trató de hacer frente cuando alegó que solo sus políticas de recuperación, y no las que terminan por generar "rescates", son capaces de mantener vivo el sistema del bienestar. Otro de los ejes argumentales de la precampaña en la que ya está inmerso el PP.

ADELANTO EN CATALUNYA

Sin salir del terreno electoral enlazó con Catalunya, al aludir al adelanto de comicios para el próximo 27 de septiembre: proclamó que quien piense que esa fecha señala el inicio de la independencia "no tiene los pies en el suelo" y, además, "engaña" a los catalanes. Agregó que la legislación vigente no permitirá que se utilicen "subterfugios" para tomar determinadas decisiones u organizar "un simulacro" de plebiscitarias después de haberlo intentado con un referéndum.

En este contexto, Rajoy resaltó que el Parlament que salga elegido tras el 27-S "tendrá exactamente las mismas competencias que tiene hoy". "Las mismas. Y eso no depende de cuál sea el resultado ni de cuántos votos tengan unos u otros. Depende de la ley --sentenció--. Luego... nada de engaños: estas elecciones no pueden ser, no serán, un camino hacia la fractura de España".

CORRUPCIÓN Y AZNAR

Tuvo aún tiempo aún Rajoy para referirse a la corrupción en sus filas. Dijo que no le preocupa la "demagogia" que se pueda hacer con el asunto, sino que es cierto que "algunos" populares no hayan estado "a la altura de historia", pero él, según dijo, ha sabido responder "sin dudarlo" cuando ha detectado conductas punibles (obvió las críticas que siempre ha recibido por sus lentas respuestas) y ahora está impulsando medidas legislativas en las Cortes para poner freno a la lacra. Se despidió del auditorio acompañado en el escenario de su equipo en el Gobierno y en el partido. Invitó a subir a José María Aznar, que no rechazó el guante, pero tampoco disimuló la poca ilusión que le provocaba compartir foto con Rajoy, el mismo a quien sigue cuestionando políticas y estrategia.