El presidente del Eurogrupo critica la candidatura de Guindos

El apoyo que brindó el lunes la cancillera alemana, Angela Merkel, a la candidatura de Luis de Guindos para presidir el Eurogrupo (el foro informal de ministros de Economía y Finanzas de la eurozona), no ha sentado demasiado bien al actual presidente de este organismo y titular de la cartera de Finanzas del Gobierno holandés, Jeroen Dijsselbloem.

Según afirmó Dijsselbloem a los periodistas en Bruselas, de momento solo hay un presidente del Eurogrupo, que es él, tras ser nombrado en enero del 2013 por unanimidad por el resto de sus colegas y para un mandato de dos años y medio. Así, subrayó, su designación no vence hasta mediados del año próximo, momento en el que deberá plantearse la cuestión sucesoria, «y no ahora». «Sé seguro que estaré todavía un año. No vamos a repartir puestos que no están vacantes», recalcó.

Fuentes gubernamentales españolas habían asegurado la víspera que el relevo podría darse antes si Dijsselbloem asumía otro puesto en la UE, y apuntaron a la presidencia del Mecanismo Único de Regulación de la Unión Bancaria, un cargo que tiene el rango de vicepresidente de la Comisión. Sin embargo, las posibilidades de que el presidente del Eurogrupo se ponga a las órdenes del jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, son relativamente pequeñas. «No son precisamente amigos», explican fuentes conocedoras de su relación. De hecho, Dijsselbloem, en un programa de entrevistas, describió a Juncker como «un fumador y bebedor inveterado», un comentario que sentó como un tiro a su antecesor en el Eurogrupo.

VALÍA POR DEMOSTRAR / En sus declaraciones a la prensa, el político holandés también puso en duda las loas de Merkel a la valía de Guindos como titular de Economía -«un ministro excelente en tiempos difíciles», dijo la cancillera en Santiago de Compostela-. A juicio de Dijsselbloem, aún es pronto para valorar su actuación. «Se ha hecho mucho trabajo, pero no es seguro todavía si España ya está ahí [fuera de la crisis]», afirmó antes de añadir que el Ejecutivo de Rajoy lleva reclamando desde hace algún tiempo un puesto con peso en Bruselas y «cree tener derecho a algo, pero no lo tiene».

Mientras, en el Gobierno español siguen apostando fuerte por Guindos. El secretario de Estado para la UE, Íñigo Méndez de Vigo, destacó que, si se formaliza el nombramiento, «en dos años España pasaría de ser un país al borde del rescate a tener al jefe de los rescatadores».