'Operación simpatía'

Sáenz de Santamaría se suma a Rajoy en un intento de mejorar su imagen cara al 20-D

De cañas 8 Mariano Rajoy, tomando unas cervezas este verano en Celanova (Ourense)

De cañas 8 Mariano Rajoy, tomando unas cervezas este verano en Celanova (Ourense)

PILAR SANTOS / MADRID

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"¿Y la europea?". Pocas veces una frase tan corta trae tantas cosas a la cabeza. Mariano Rajoy se ha prodigado más que nunca en los medios de comunicación desde junio, desde que las elecciones municipales y autonómicas le dieran "el cuarto aviso", como diría José María AznarJosé María Aznar. Y no siempre le ha ido bien, ni en la radio ni en la televisión (también queda para la memoria colectiva la ya mítica "un vaso es un vaso y un plato es un plato"). Será la falta de costumbre de someterse al control de los medios.

En estos escasos cuatro meses, el presidente del Gobierno, que quiere revalidar su cargo en las generales, ha intentado lavar su imagen. Sus asesores han tratado de acercar al Rajoy más humano a los ciudadanos con fotografías informales, bañándose en un río y tomando cañas. Quieren mostrar a ese Rajoy que es "cordial", "con sentido del humor" e "ingenioso", dicen, y que la crisis y el grave conflicto institucional con la Generalitat, añaden, han impedido que se vea.

DAR LA BATALLA

El político que ha huido de los medios de comunicación durante años, el que se ha protegido tras un plasma para no hacer frente a los casos de corrupción, el que ha evitado las ruedas de prensa -ruedas de prensa, es decir, sin límite de preguntas y dando la voz a todos los periodistas, gusten más o menos-, ese dirigente ha decidido no afrontar la regeneración de su partido ahora y tratar de volver a ganar con los mismos mimbres. Y sabe que será complicado. Como compañera en esta batalla tendrá, según se da por hecho en casi todas las quinielas del Partido Popular, a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.

Su número dos es consciente de que desprende una imagen de dura que hace que aparezca muy alejada de la realidad de la calle, que ha pisado poco o nada durante estos años para evitar escenas que pudieran perjudicarle. Las ruedas de prensa de los viernes, donde ejerce de portavoz, han sido especialmente áridas. Los primeros años por los recortes y la corrupción en su partido y últimamente por el agrio enfrentamiento con la Generalitat y los partidos independentistas.

Por eso, ahora, cuando faltan poco más de dos meses para pasar por las urnas, Santamaría (44 años) ha decidido dar el salto a los platós de televisión. Hoy visitará 'El Hormiguero', de Pablo Motos, y en las próximas semanas también se le podrá ver en uno de los desafíos del aventurero Jesús Calleja. Todo sea por los electores.