El desafío soberanista

Montoro anuncia un impuesto sobre los depósitos bancarios

R. M. SÁNCHEZ / P. MARTÍN / P. SANTOS MADRID

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El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, anunció ayer la intención del Gobierno de activar el impuesto estatal sobre los depósitos bancarios creado con un tipo cero en la ley de acompañamiento de los Presupuestos del 2013. Según anunció Montoro en el Senado, Hacienda baraja un gravamen «bajo, muy cercano a cero», con el que poder obtener recursos para compensar a las tres comunidades autónomas (Extremadura, Andalucía y Canarias) cuyo impuesto autonómico sobre los depósitos quedó anulado el año pasado por la creación de un tributo estatal a tipo cero.

Fuentes de Hacienda aclararon después que el tipo de gravamen se situará entre el 0,1% y el 0,2% sobre el saldo medio de depósitos. El sujeto pasivo son las entidades financieras, no los ahorradores. Otra cosa es que la entidad decida repercutirlo al ahorrador en forma de comisiones.

Montoro se refirió al nuevo gravamen en respuesta a una interpelación parlamentaria en el Senado. «Las comunidades recibirán la oportuna y consiguiente compensación que procederá financieramente de la implantación de un tipo moderado sobre el impuesto estatal sobre depósitos bancarios», dijo.

CATALUNYA, SIN COMPENSACIÓN / Entre las autonomías que serán compensadas, Hacienda no incluye a Catalunya, porque aunque el Govern aprobó por urgencia un impuesto sobre los depósitos días antes de que el Consejo de Ministros adoptara el impuesto estatal, desde el punto de vista del ministerio no generó ningún ingreso que ahora deba compensar el Estado. Además, el tributo catalán fue creado por decreto, lo que desde el punto de vista de Hacienda carece de legalidad. Algo similar sucede en el caso de Asturias, cuyo impuesto fue creado en la ley autonómica de presupuestos pese a no estar habilitada para crear tributos.

La cuantía del nuevo gravamen se decidirá después de negociar con las tres comunidades las cantidades que deben ser compensadas en las respectivas comisiones bilaterales. Extremadura había previsto 39 millones de ingresos; Canarias, 96 millones, y Andalucía, 95,5 millones, lo que daría un total de 230 millones de euros. En todo caso, el nuevo gravamen será aplicable en el 2013, en todo el territorio estatal. No existe urgencia, pues el impuesto ya está creado y tiene carácter anual .

La decisión llega cuando el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha dejado de ver como un problema que cada comunidad autónoma deba cumplir un objetivo de déficit diferente. Según fuentes gubernamentales, mañana, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), el ministro Montoro pondrá sobre la mesa esta posibilidad. En el orden del día también se incluye la reducción de empresas públicas y la creación de los grupos de trabajo que deberán reformar el actual sistema de financiación autonómica.

Varias comunidades, entre ellas Catalunya, que cerró el 2012 con un déficit del 1,96%, ven como una meta imposible acabar el 2013 en el 0,7% del PIB. Este objetivo, pendiente de ser flexibilizado si Bruselas concede más margen a España, también parece inalcanzable para la Comunidad Valenciana y Murcia (ambas controladas por el PP), que en el 2012 tuvieron un déficit de 3,45% y 3,02%, respectivamente.

TRAS EL PLANTÓN, LA PRUDENCIA / El Govern acude al CPFF con una actitud radicalmente diferente a la de la anterior convocatoria. Si entonces el titular de Economia, Andreu Mas-Colell, dio plantón al ministro, al que acusó de «reñir» a las autonomías y tratarlas como «súbditos», ayer el conseller de Presidència y portavoz, Francesc Homs, proclamó que «Mas-Colell acudirá a la reunión de mañana con una actitud presidida por la voluntad de diálogo» y defendiendo la tesis de que las autonomías «han hecho el 71% del esfuerzo para cumplir los objetivos de déficit» hasta el momento, informa Fidel Masreal.

La prudencia guió en todo momento las palabras de Homs. A la espera de que la UE, primero, y el Gobierno del PP flexibilicen el objetivo de déficit, la orden interna de Mas-Colell es la de no levantar la voz. Todo para evitar un 0,7% de déficit que obligaría a unos recortes «monstruosos», en palabras del conseller.