Mas y Junqueras mantienen su pugna tras una breve cita estéril

El líder de Esquerra esgrime que ha hecho gestos hacia Mas y pide contrapartidas

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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Menos de media hora duró la segunda de las entrevistas conocidas entre el 'president' Artur Mas y el líder de ERCOriol Junqueras, tras el 9-N. La cita no solo fue breve en duración, sino también escasa en avances. Según fuentes conocedoras del encuentro, Mas se mantuvo inflexible en que la única fórmula para avanzar las elecciones ha de ser la lista unitaria que propuso en la conferencia del 25 de noviembre. Y en CDC continúa la preocupación ante la posición de ERC, que rechaza integrarse en la candidatura de Mas.

La de este viernes fue una cita anunciada públicamente con anticipación y visible por todos en el Parlament. Es decir, fue lo contrario de lo que incialmente se había planteado Mas para facilitar un acuerdo con Esquerra: contactos en varios frentes y niveles, político y social, pero siempre discretos para que sean eficaces.

Parecía como si la cita de este viernes se planteara como un ejercicio público de presión de uno respecto al otro. En ambos sentidos. Y tras el encuentro, caras largas mal disimuladas en Convergència y espadas en alto por parte de Junqueras, que tardó muy pocos minutos en explicar que las posiciones siguen donde estaban.

El líder de ERC dijo que espera que Mas corresponda con un "gesto", es decir, adelantando los comicios, a los "múltiples" pasos que ha dado él para buscar el acuerdo. En este sentido, citó la ayuda republicana para evitar que los presupuestos del 2015 fueran retornados al Govern a las primeras de cambio. "ERC lo intenta todo para facilitar el diálogo, para facilitar los acuerdos, lo intentamos todo para evitar una ruptura de las expectativas de un acuerdo", insistió el dirigente republicano.

En Convergència se evitaron las declaraciones. Oficialmente, la posición sigue siendo la de que el acuerdo es imprescindible y, por lo tanto, existirá. Privadamente, no faltan los diputados de CDC que asumen que el proceso soberanista está en serio peligro. "Ha ido bien", se limitó a afirmar Mas tras su cita de media hora con Junqueras.

LA VIDA DEL PACTO

La decisión de ERC de dar por finiquitado el pacto de legislatura es una de las decisiones que más escuecen a CiU, al Govern y a Mas personalmente. Es decir, que mientras Esquerra esgrime su buena actitud con la Generalitat en la negociación presupuestaria o en cuestiones relativas a la corrupción, en CDC ven el escenario de forma muy distinta: afean a ERC que use los presupuestos como moneda de cambio y perciben a los republicanos enrocados en lo que ayer el líder de UnióJosep Antoni Duran Lleida, definió abiertamente como una posición partidista.

"En lugar de generosidad, flexibilidad y responsabilidad, lo que se halla son unas ganas permanentes por parte de ERC de confrontación con CiU. Por eso no desea una lista de país, porque lo que le interesa, y es legítimo, es solo sustituir a CiU. Y para este objetivo no hacen falta elecciones anticipadas. Este objetivo es respetable, pero es de partido. El otro es de país", sostuvo Duran.

También es cierto que el líder democristiano cargó al mismo tiempo contra la presidenta de la ANCCarme Forcadell, a quien acusó de pedir elecciones inmediatas para poder tener un escaño en el Parlament. Y es que cabe recordar que Unió rechaza la hoja de ruta de Mas y apuesta por agotar la legislatura.