Joan Herrera: «La pregunta permite romper sin ser independentista»

Paseando por la Rambla del Poblenou, donde reside, a Joan Herrera le paran muchos vecinos para felicitarle por el desenlace de la pregunta de la consulta. El líder de ICV tampoco oculta su satisfacción por un pacto que permite a su partido salvar el equilibrio interno entre federalistas e independentistas.

-¿Qué virtud tiene la pregunta para que haya dado el visto bueno?

-Que la hemos construido entre todos. Queríamos una pregunta clara e inclusiva que expresase ruptura. Cualquiera que quiera romper con el modelo autonómico puede votar sí en la primera pregunta. Con esta pregunta se puede expresar ruptura sin ser independentista. Y la prueba es el aval de UGT y CCOO.

-¿En qué ha cedido ICV-EUiA?

-La fórmula se parece mucho a la que nosotros queríamos. Nos sentimos reconfortados porque durante un mes hemos callado mucho para no reventar las negociaciones.

-¿Ha hallado más sintonía con Artur Mas que con Oriol Junqueras?

-Yo he negociado siempre con el presidente de la Generalitat.

-El martes, usted advertía de que las prisas podían «reventar» el proceso. Y el miércoles estaba en Palau pactando con Mas la pregunta.

-Lo razonable habría sido discutir primero el instrumento y después la pregunta y la fecha. La administración de los tiempos es fundamental porque un proceso como este requerirá mucha resistencia. Por eso, decir que este proceso hay que hacerlo deprisa puede hacernos perder mucha fuerza dentro del catalanismo.

-Una pieza que han perdido por el camino es el PSC. Pere Navarro no ve el federalismo en esta pregunta.

-Los socialistas saben perfectamente que la única opción federal para Catalunya es un federalismo de tú a tú con España. Esta es la virtud de la pregunta: nos permite reafirmarnos como sujeto político. Cuando votas Estado en la primera pregunta, estás votando Estado federal. De acuerdo con el programa del PSC, Pere Navarro debería votar sí en la primera pregunta y no en la segunda. ICV-EUiA ha jugado el papel que debería haber jugado también el PSC, que debería volver al tren del catalanismo, igual que sería bueno que Esquerra Republicana se bajase del tren de los recortes.

-Si Mariano Rajoy ya ha dicho que ni hablar y Mas se comprometió a respetar la legalidad, ¿cómo piensan hacer la consulta?

-No avancemos etapas. Ahora hemos de evidenciar que con la ley española es posible, pero el problema es de voluntad política. Es probable que haya que hacerlo con la ley catalana, sabiendo que puede ser recurrida. Pero el problema no se resuelve con una declaración unilateral, sino con la voz de la gente, y hay muchas formas de que esta se exprese.

-¿Con unas elecciones plebiscitarias, por ejemplo?

-No. Aquí no caben sucedáneos ni sustitutivos de la consulta. Con la pregunta se ha demostrado que no se puede intercambiar consulta por presupuestos, que el país se construye con el derecho a decidir pero también cerrando el paso a los recortes.

-Pongamos que hay consulta. Quienes voten a favor de un Estado, ¿qué estarán votando exactamente?

-Dar por superado el Estado autonómico. Habrá una suma que expresará un mandato para negociar una relación con España federal, confederal o independiente, según el resultado de la segunda pregunta. La propuesta permitirá conocer el peso real del independentismo.

-Según la encuesta que publicó EL PERIÓDICO el sábado, el sí ganaría en las dos preguntas, pero el apoyo a la independencia no llegaría al 50%. ¿Qué pasaría si fuera ese el resultado de la consulta?

-Quien administre el proceso deberá fijar las condiciones, y eso dependerá de la correlación de fuerzas. No obstante, en los procesos más recientes, Kosovo y Montenegro, la UE pidió el 55% de los votantes. De todos modos, llevamos meses buscando adversarios entre quienes estamos a favor del derecho a decidir. ¿Por qué no nos ponemos de acuerdo todos de una vez en el 'queremos votar'?

-Por tanto, usted no comparte la tesis de que con un 51% de síes en la segunda pregunta bastaría.

-Pongamos un ejemplo. Un 60% vota sí en la primera pregunta y un 51% vota sí en la segunda. El resultado: un 30,6% de votantes a favor de la independencia. ¿Es razonable? Todo el mundo sabe que no. Un proceso como este se basa en la correlación de fuerzas.

-CDC y ERC han puesto en marcha la campaña del sí-sí. Usted no puede garantizar el sí de ICV a la segunda pregunta.

-ICV decidirá su voto cuando se convoque la consulta porque dependerá de las ofertas que lleguen del Estado. Estaremos sin duda en el primer sí, porque en nuestro partido no hay falsos federalistas, y el segundo sí lo decidiremos democráticamente. Lo importante es que en la primera votación hay una opción de ruptura amplia. De todas maneras, llevamos un mes y medio hablando de escenarios de futuro.  ¿Por qué no ganamos la consulta antes?

-ICV ha logrado algo muy meritorio: convencer a IU para que apoye el derecho a decidir. Pero con la pregunta parece que a Cayo Lara le empiezan a temblar las piernas.

-Viendo la salida en tromba de PP y PSOE, la defensa que hace Cayo Lara de la consulta tiene un valor extraordinario. Solemos dar la imagen de una España cerrada en banda, pero IU hace campaña por la consulta y los sondeos le auguran un crecimiento importante. Nadie ha hecho más fuera de Catalunya por el derecho a decidir que ICV.

-Pactada la pregunta, ¿descarta por completo integrarse en una lista para las europeas con CiU y ERC?

-Mi sentido de la soberanía es más amplio. La soberanía no solo está en juego en la relación con España. CiU vota contra de la soberanía de los catalanes cuando avala las políticas de austeridad. El proyecto europeo de CiU va contra la soberanía y los derechos de la gente, y eso es incompatible con una lista conjunta.