EL ÓRDAGO INDEPENDENTISTA

Los herederos de Miquel Tarradell

El instituto que lleva el nombre de un ferviente defensor de los Països Catalans se alía con el 1-O

Roger Pascual / Beatriz Pérez / Barcelona

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Josep Collaso i Gil fue alcalde de Barcelona cuatro veces entre finales del siglo XIX e inicios del XX. Poco podía imaginar ese político del Partido Liberal que un siglo después su nombre volvería a estar de actualidad. Y es que la escuela que se creó gracias a parte de su herencia ha sido el primer centro electoral del 1-O en mover ficha para que se pueda votar el domingo.

A las cinco de la tarde, ocho mossos se han presentado a las puertas del colegio. En principio solo dejaban salir a niños y maestros aunque algunos vecinos y familiares han conseguido cruzar el umbral. La directora ha cerrado la puerta de la verja y una veintena de personas se han quedado encerradas en el patio entre cánticos de "las calles siempre serán nuestras". 

Solidaridad vecinal

Vecinos y transeúntes se han ofrecido a buscar comida y bebida para los encerrados. De repente, se ha formado una cadena humana para pasar al otro lado de la verja, con la ayuda de una escalera, cajas de fruta cedidas por unos agricultores.

Una estallido de júbilo se ha producido cuando los mossos se han marchado tras señalar que no había alteración del orden, momento que han aprovechado algunos para unirse al encierro con la ayuda de la escalera plegable.

La alegría ha sido todavía mayor cuando, pasadas las ocho, han aparecido unas llaves que han abierto el edificio y la puerta de la calle, invitando a quien quisiera a unirse a la asamblea. La verja solo se ha cerrado una hora después por precaución, aunque se volverá a abrir el sábado por la mañana para celebrar todo tipo de actividades en una jornada que quiere ser de ambiente festivo.

Más sencillo ha sido todavía en el instituto Miquel Tarradell. Este centro, dedicado a un historiador de profundas convicciones nacionalistas y que defendía la unidad de los Països Catalans, cerraba a las ocho y media y desde media tarde se ha empezado a llenar de gente. El director ha llamado a los mossos que, tras levantar acta de que no había tumulto alguno, se han marchado mientras el edificio se llenaba de jóvenes con piercing, abuelos de andar parsimonioso y madres con bebés en brazos.

En Gràcia

El foco también estaba en Gràcia este viernes. "Esto ha dejado de ser una escuela, ahora es un colegio electoral". Son palabras de una vecina que se ha acercado este viernes por la tarde a la Escola Josep Maria Jujol, donde votará este domingo. En el interior del centro tiene lugar una asamblea entre madres, padres y votantes de esa circunscripción. "Estamos decidiendo cómo organizarnos de cara al domingo", explica Jofre Mateu, padre de una alumna. Al final determinan que las familias permanecerán dentro de la escuela y el resto, en la entrada, vigilando por si vienen los mossos.

Los vecinos se ponen manos a la obra y organizan para esta misma noche una sesión de cine al aire libre y una cena popular en la placita de Sant Miquel, justo en la entrada. Algunos han aparecido con mochilas y alfombras y no descartan quedarse a dormir al raso. Todo con el objetivo de, llegado el momento, impedir a la policía desalojar a los padres y madres que dormirán dentro del centro. Los votantes, incluso aquellos que no tienen hijos en la escuela, sienten el centro tan suyo como las propias familias.

Un poco más abajo, en la Escola L'Univers, dos ancianos preguntan en la puerta si está todo "controlado". Irene, una de las madres del colegio, responde que "está todo bien". "Esto es solo una actividad de inicio de curso", comenta irónica. "Y nosotros venimos por aquí a celebrar el Día Internacional de la Música", le responde el hombre con complicidad.

Música y cine-fórum

"Dentro hay música y un cine-fórum. Y tenemos claro que no pondremos en riesgo a nadie", comenta Irene ya en un tono más serio. Poco después aparecen dos mossos, que preguntan si pueden entrar a ver qué hay dentro. Permanecen dentro menos de cinco minutos y se despiden con un "'bona nit'". No han requisado nada ni obligado a desalojar el recinto, pero avisan de que volverán a pasarse por ahí esta misma noche.