El Govern cree blindadas las ponencias de la ruptura

El Govern se halla confiado en que el Tribunal Constitucional, si al final interviene a petición del Gobierno en funciones de Mariano Rajoy, como este mismo ha anticipado este martes, no tendrá donde acogerse para suspender ni el inicio de la tramitación de las leyes de la desconexión ni la propia Conselleria d'Afers Exteriors, la primera que será puesta en tela de juicio. "Estamos dentro de los márgenes de las competencias propias" ha aseverado la portavoz del Ejecutivo catalán, Neus Munté. El motivo de la comparecencia de la también 'consellera' de Benestar ha sido explicar cómo había ido la reunión la reunión de 70 minutos entre el 'president' Carles Puigdemont y el presidente del grupo del PP en el Parlament, Xavier García Albiol.

El encuentro, han coincidido Munté y el propio Albiol, se ha desarrollado en un ambiente cordial y de "respeto" aunque con profundas diferencias en el fondo, evidentemente, por el proceso soberanista. Al hilo por lo expresado por Rajoy horas antes, el 'president' ha transmitido a Albiol su nula capacidad para entender "la continua voluntad del PP por judicializar todo paso del proceso soberanista". Y como los pasos que se siguen, ha señalado la portavoz, atienden el mandato popular que emana del 27-S, el Govern, y el Parlament, no piensan en absoluto en dar ni un paso atrás.

El 30 de julio del 2014, el entonces 'president' Artur Mas visitó a Mariano Rajoy en la Moncloa. Estado y Generalitat cabalgaban entonces hacia el primero de los grandes encontronazos que el proceso soberanista ha vivido, a cuenta de la consulta del 9-N, primero, y de su sucedáneo en forma de proceso participativo, después. Ese veraniego día, Mas se presentó en Madrid con un listado de 23 peticiones al líder del Ejecutivo. Este jueves, horas después del anuncio de Rajoy de que se preparaba para un nuevo choque frontal con la Generalitat, vía TC, su hombre en Catalunya ha rendido visita al nuevo 'president'. En un reflejo especular de lo ocurrido en julio del 2014, Albiol llevaba en la cartera, también, una lista, con 15 peticiones. La suerte de estas parece que será escasa, como las 23 de Mas. Pero la intención, quizá, era otra, en ambos casos, la de ofrecer un talante dialogante.

Las iniciativas de Albiol conjugan un interés por lo social, no excesivamente explotado por el PPC hasta ahora, mediante la exigencia de fondos para las políticas de ayuda a los ciudadanos, con el trasfondo siempre presente de oposición al independentismo. En el listado también hay medidas históricamente propias a los populares, como la petición de rebaja de impuestos, del tramo autonómico del IRPF, y la supresión del impuesto de patrimonio, sucesiones y donaciones. Algo que, habida cuenta la escasa liquidez de la Generalitat parece poco probable que se atienda, aunque el propio Puigdemont quisiera.