PLENO EN EL CONSEJO GENERAL DEL PODER JUDICIAL

Dívar desoye las críticas y hoy no brindará su cese

El presidente del CGPJ, Carlos Dívar, en un pleno del Supremo, en marzo.

El presidente del CGPJ, Carlos Dívar, en un pleno del Supremo, en marzo.

MARGARITA BATALLAS
MADRID

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La suerte está echada. El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar, ha asumido que tiene que abandonar su cargo, pero no quiere hacerlo hoy. El jefe de los jueces se enfrenta esta mañana a uno de los plenos más complicados de su vida. En la sesión, cuatro vocales le pedirán que dimita y otro intentará forzar su destitución. Sin embargo, ayer se apostaba por que Dívar se podrá colocar el lunes las insignias propias de su cargo para recibir al Rey en los actos del bicentenario del Tribunal Supremo.

La tensión en esta institución es de alto voltaje. Los vocales afines a Margarita Robles buscan desde el pasado miércoles aliados a su petición de que Dívar se vaya, pero tras constatar que solo un grupo de tres o cuatro se sumaban a sus tesis, ofrecieron en la tarde del jueves al jefe de gabinete de Dívar, Eduardo Menéndez, retirar su solicitud si el presidente les garantizaba que dimitiría, según fuentes de este organismo. Dívar rechazó esta propuesta.

Las mismas fuentes han informado de que su jefe afronta el pleno de hoy con relativa tranquilidad porque sabe que los discrepantes no han logrado ganar aliados y que incluso alguno de los que les habían ofrecido su apoyo se está planteando unirse a otro grupo que es partidario de la abstención.

MENSAJES CLAROS/ Siete vocales podrían optar por esta salida para dejar claro a los dos bandos (Dívar y los discrepantes) que no son marionetas al servicio de nadie. También lanzarían un mensaje a su jefe para que no volviera a enrocarse (estos consejeros piensan que su cese es inevitable), aunque entienden que Dívar debe ser quien marque sus tiempos.

En esta línea se pronunció el vocal Félix Azón, uno de los cuatro que piden la destitución. En declaraciones a este diario, Azón explicó que «lo mejor para la justicia», es que el presidente del CGPJ «se pueda ir con cierta dignidad». También admitió que «hay un linchamiento moral» contra el jefe de los jueces que él no comparte, informaF. Mantecón.

«DESAHOGO»/ Las asociaciones judiciales también mediaron ayer en la crisis. El cambio de posición más significativo lo protagonizó la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura que reconoció que acogería «con desahogo» que Dívar presentara voluntariamente su dimisión. Hasta ahora, no le habían pedido que renunciara a su cargo.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, recordó ayer que la actuación de Dívar «no tiene en ningún caso carácter delictivo». Y el presidente de la comisión de justicia del Congreso, el popular Alfredo Prada, pidió a los demás partidos y a los vocales del CGPJ que «cesen el acoso» a Dívar. No parece que hoy vaya a pasar.