La irrupción de una nueva organización política

El círculo sin cerrar de Podemos en Catalunya

Marc Bertomeu y Beatriz Rilova, dirigentes del consejo ciudadano de Podemos Barcelona.

Marc Bertomeu y Beatriz Rilova, dirigentes del consejo ciudadano de Podemos Barcelona.

RAFA JULVE / Barcelona

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La última encuesta del GESOP para  este diario les otorga 9 o 10 escaños en el Parlament, pero ellos no se han planteado todavía la posibilidad de poner a prueba los sondeos. Es más, ni siquiera se puede hablar aún de un Podemos Catalunya. La fuerza impulsada por Pablo Iglesias sigue en fase de construcción y no será hasta finales de mes cuando se empiece a vertebrar una estrategia conjunta que aglutine a los 60 círculos  diseminados por territorio catalán y que crecen como setas tras las elecciones europeas. Su funcionamiento y sus ritmos son distintos a los de los partidos tradicionales. No hay cargos al uso ni militantes. Las decisiones se toman en asambleas abiertas en las que se debate sin descanso para llegar a acuerdos. Hablar ya de futuras candidaturas lo ven apresurado (y no consensuado), aunque admiten que, para cambiar las cosas, hay que estar en las instituciones.

Todos simpatizaron con el 15-M y sienten afinidad con movimientos sociales, pero la mayoría, aseguran, no formaron parte activa y fue hace solo unos meses cuando decidieron dar el paso. «Hay muchos neófitos, gente que pensó que había que saltar del no nos representan al nosotros nos representamos», explica Beatriz Rilova, una profesora de secundaria de 34 años a quien sus compañeros erigieron en portavoz del círculo de Barcelona y que concurrió a las europeas como número 46 del partido tras unas primarias abiertas hasta por internet. En su caso, entró en la otra política a partir de Frente Cívico, una plataforma que tiene a Julio Anguita entre sus referentes.

REDES SOCIALES / Marc Bertomeu, otro de los portavoces y primer suplente de la lista en los eurocomicios, añade: «A partir de la presentación de Podemos en Madrid, una serie de personas recogimos el reto aquí. Muchos ni nos conocíamos, pero nos organizamos a través de las redes sociales y en febrero se hizo una asamblea en Gràcia con 150 participantes (ahora suelen ir más de 300)».

Según este politólogo de 23 años, estudiante de un máster en comunicación política, que acudió al encuentro inicial con su madre, fue «cuestión del momento» y de los canales de información de cada uno («algunos veíamos La Tuerka», el programa on line en el que colaboraba Iglesias) la razón por la que se implicaron en Podemos y no en fuerzas «confluentes» en lo social como Procés Constituent o la CUP. Rilova le puntualiza: «Hay quienes se sumaron porque ponemos mucho énfasis en combatir los recortes, la corrupción y el actual funcionamiento institucional, mientras otros están más centrados en otros temas». Hay gente de todas las edades, pero el grueso tiene entre 30 y 40 años y hay desde médicos y dueños de microempresas hasta docentes e informáticos.

REUNIÓN 'INTERCÍRCULOS' / Su objetivo a corto plazo es seguir tejiendo la red. Aparte de los debates sectoriales y de los contactos on line, los representantes de las cuatro áreas en que se divide el partido en Barcelona (organización, contenidos, comunicación y finanzas) mantienen encuentros semanales. También se han celebrado cuatro asambleas generales y el día 27 habrá una «reunión intercírculos» de Catalunya para coordinarse. Lo mismo que se intentará hacer en la macroasamblea de octubre de todos los círculos de España.

LAS MUNICIPALES / Que el Podemos catalán surgiera inspirado por la experiencia de Madrid y que se mantenga esa conexión lleva a preguntarse sobre el nivel de dependencia. «Con Podemos a nivel estatal tenemos un ideario de base común, nos coordinamos, nos ayudaron en la campaña electoral..., pero en las cuestiones que afectan a una zona en concreto, es la asamblea de esa zona la que tiene la última palabra», aseguran Rilova y Bertomeu.

Un test al respecto lo pasarán con su relación con Guanyem, la fuerza que encabeza Ada Colau para las municipales de Barcelona. Íñigo Errejón, dirigente de Podemos a nivel estatal y mano derecha de Iglesias, aboga por dar un «apoyo total» a Colau porque tienen «plena sintonía»,  informa Iolanda Mármol. No obstante, y aunque comparten «el diagnóstico de la situación» con Guanyem, los portavoces del círculo de Barcelona recalcan que será este quien decida: el día 20, un representante de aquel partido les explicará su ideario en una asamblea. A partir de ahí, ellos abrirán un periodo de reflexión y debate para acordar si forjan alianzas y de qué tipo.

LA CUESTIÓN NACIONAL / Otro tema estrella al que se enfrentan es el proceso soberanista. Sobre la consulta del 9-N en concreto, Rilova y Bertomeu insisten en que Podemos defiende el derecho a decidir, incluido el del futuro de Catalunya. En esa línea, reclaman que tal derecho se aplique también a otras cuestiones, por lo que critican que partidos como CiU «solo lo exijan en función de lo que les conviene» e ignoren iniciativas como el multirreferendo que se hizo en paralelo a los comicios europeos.

En todo caso, Podemos no se decanta sobre qué habría que votar dentro de cuatro meses. «En nuestro partido hay independentistas, federalistas, gente a la que no le interesa la consulta, exsimpatizantes de ICV, del PSC, del PSOE...», admiten. Ese círculo, por tanto, aún está abierto.