Balance sin mancha

El Govern presume de recuperación económica y defensa del bienestar y evita las medidas impopulares y los casos de corrupción

Un grupo de turistas, en la plaza Sant Jaume.

Un grupo de turistas, en la plaza Sant Jaume.

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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El balance del Govern se remonta a la primera legislatura de Artur Mas. Al 2010. Presume de haber creado empleo desde el 2013 y haber reducido el paro registrado. La contratación ha crecido un 28%. Lo que no se indica es que desde el segundo trimestre del 2010 hasta ahora, según datos EPA, ha crecido la tasa de paro, el número total de parados y la temporalidad.

En materia educativa, Mas sostiene que ha reducido el fracaso escolar y aumentado el número de profesores para el próximo curso. Se omiten los recortes de plantilla en todos los años anteriores. Solo en el 2012, hubo 20.000 alumnos más y 1.700 docentes menos.

«Un sistema sanitario sostenible y de calidad», reza otra de las gráficas del Ejecutivo de CiU. De nuevo, la manera de mirar las cifras es clave. Se subraya que ha aumentado el porcentaje dedicado a salud y se han reducido las listas de espera. Algo que contrasta con los recortes aplicados a servicios sanitarios y ambulatorios y las protestas de la llamada marea blanca de profesionales sanitarios por la precarización de las prestaciones. En todo caso, la satisfacción de los usuarios se mantiene en un 8,5 sobre 10, alega el Govern.

En política social, el Ejecutivo destaca el incremento de partidas destinadas a las becas comedor y renta mínima. En este último caso, evitando citar que los beneficiarios son menos que en el 2011 y que sigue pendiente la reforma que haga más eficaz el modelo. En la aplicación de la ley de la dependencia se echa en cara la insuficiencia de recursos del Estado. Quedan por comentar los pagos pendientes de Benestar con entidades que prestan servicios básicos.

La política de recortes, la gran cuestión social del quinquenio, no aparece. En cambio el balance afirma que «las partidas sociales han sido prioritarias». En porcentaje, sí. En cifras absolutas han caído, en un período en el que, según datos del Idescat, han crecido las desigualdades.

En vivienda destaca el impuesto sobre los pisos vacíos y el aumento de ayudas sociales. Aunque la PAH sigue alegando que el alquiler social es más que insuficiente.

El Govern saca pecho por el excelente que le ha puesto una entidad internacional en materia de transparencia. Obvia que de las 52 medidas anticorrupción propuestas por el presidente de la Generalitat en el 2013, muchas siguen en el tintero. Entre otras cuestiones porque dependen de Madrid.