Un articulista de 'The New York Times' dice que una Catalunya independiente cabría en la UE

El profesor Robert Young dice que la secesión depende de que la economía española no se vea gravemente afectada

Artículo de Robert Young, en 'The New York Times'.

Artículo de Robert Young, en 'The New York Times'. / periodico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Robert Young, profesor deCiencias Políticas en la Universidad de Western, Ontario, y autor de un libro sobre la desintegración de Checoslovaquia y otro sobre el futuro de Canadá, publicó el pasado jueves en'The New York Times'unartículo sobre el auge del independentismo en Catalunya y la posibilidad de que esta se convierta en un Estado de pleno derecho dentro de la UE.

En'La verdad incómoda sobre los Estados secesionistas', Young predice que los movimientos secesionistas europeos actuales "Escocia, los nacionalistas de Flandes y Catalunya" permanecerán en la UE. A su juicio, el marco de la UE proporciona cierta seguridad de que las relaciones económicas existentes continuarían, sin graves alteraciones de los flujos de comercio, inversión y personas".

Y es que, dice el profesor, la "UE no reconoce la posibilidad de la secesión, pero tampoco la impide legalmente". Los Estados que se independizaran, explica, no gozarían automáticamente de los derechos del tratado de la UE, pues sería el Estado del cual se habrían desmebrado el que mantendría los derechos. Para su admisión, el nuevo Estado "debe recibir el apoyo unánime de los otros Estados miembros y ser aprobado en una votación en el Parlamento Europeo".

Flandes y Escocia

¿Podrían los Estados secesionistas europeos actuales ganar ese trámite?, se pregunta el articulista. Y aventura que Flandes no sería ningún problema, debido a la "debilidad del Estado nacional de Bélgica, que casi no existe como tal". "La separación de Flandes sería relativamente indolora". En el caso de Escocia, el Acuerdo de Edimburgo contiene garantías de continuidad, y "es muy poco probable que el Reino Unido vete la admisión de Escocia a la UE".

"El problema real está en España", sostiene Young. Mientras el nacionalismo se ha intensificado rápidamente debido a la crisis, la respuesta de España ha sido decir que un referendo sería "ilegal" y la secesión, una "locura". Sin embargo, el referendo se hará, dice el autor, ya que lo apoya "el 80% de los catalanes" [sic].

La UE no cambiaría sus reglas de adhesión para impedir que el resto de España vetara a Catalunya. La única solución para la secesión sería que los intereses de España pudieran prevalecer y que su economía tampoco se viera gravemente alterada, aventura Young.

La visión de Young contrasta, por ejemplo, con la que este viernes expresó la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, cuandocitó una respuesta de la Comisión sobre Argelia para decir que Catalunya quedaría fuera de la UE.