Entrevistas preelectorales (4) // La candidata conservadora

Alicia Sánchez-Camacho: «El bilingüismo que quiere el PP lo defiende Patxi López, no el PSC»

Alicia Sánchez-Camacho.

Alicia Sánchez-Camacho.

Carles Cols
Jose Rico

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–Si miramos las encuestas, parece que soplan vientos de cambio en Catalunya. Pero si esos vientos soplan fuertes, CiU puede tener hasta tres opciones de pacto tras las elecciones. ¿Es optimista el PPC en cuanto a sus posibilidades de influir en el próximo Govern?

–Los vientos de cambio son muy necesarios porque seis años de tripartito ha producido uno de los periodos más grises de la historia de Catalunya. Las opciones de CiU se verán después de las elecciones, pero los dos pactos que no incluyen al PP no serían buenos para la mayoría de los catalanes. Si pacta con ERC, se abrirá una etapa nacionalista y soberanista aún más negativa que ofrecerá una imagen distorsionada de Catalunya. Y con la sociovergencia, CiU engañaría a su electorado porque no se produciría el gran cambio político. El PPC es el único que puede devolver la confianza a los ciudadanos porque es el instrumento de la moderación y de la centralidad frente a los postulados independentistas.

–Entonces debe lamentar que la sentencia del Estatut lleve tiempo encallada, ya que permite a algunos partidos perpetuar el llamado cordón sanitario

–CiU primero fue al notario para no pactar con el PP y ahora Artur Mas dice que no volverá a ir. No es bueno para la higiene democrática ningún cordón sanitario, ni pactos del Tinell, ni firmas ante notario. La ciudadanía quiere capacidad de diálogo y entendimiento para luchar contra la crisis económica, algo de lo que no se habla. En todo caso, yo quiero que la sentencia salga lo antes posible, pero la prioridad de Catalunya es la economía.

–El PP utiliza a menudo cuestiones relacionadas con Catalunya. Sin ir más lejos, esta semana hemos escuchado un anuncio radiofónico del PP de Aragón contra la ley de lenguas que decía «no a la imposición del catalán». ¿Esto ayuda a normalizar la imagen del PP en Catalunya y en el resto de España?

–Esta es una cuestión muy concreta de Aragón, pero que en absoluto comparto. Mis compañeros del PP aragonés no han hecho una buena campaña para defender sus intereses. No debería haberse hecho y así se lo he dicho a ellos. El PP catalán tiene muy clara la defensa y el impulso del catalán, pero también la defensa de la libertad lingüística.

–Su discurso se parece más al de Antonio Basagoiti que al de Jaime Mayor Oreja. En este sentido, además de ofrecerse a CiU, el PPC ha dejado abierta la puerta a un pacto a la vasca. Pero no parece que el PSE y el PSC estén llevando las políticas en la misma dirección.

–Es evidente que no. Patxi López defiende el mismo bilingüismo integrador que quiere el PP y, por el contrario, el PSC hace una política lingüística cada vez más nacionalista. Pero yo pretendo marcar una identidad y un criterio propios del PPC. El sentido de lo que queremos que haga el PP en Catalunya lo marcamos desde Catalunya. La opción de acuerdos está abierta para todos, pero exigiremos un pacto público, transparente y con la máxima credibilidad.

–Usted expone una situación que el PPC ya ha vivido, esto es, el partido gobierna España y ejerce como muleta del partido que gobierna Catalunya. Le pasó a Alejo Vidal-Quadras y a Alberto Fernández Díaz cuando gobernaba José María Aznar.

–Las cosas han cambiado mucho. Desde el congreso de Valencia, el PP tiene otra manera de trabajar. El peso que ahora tiene el PPC es mayor. Queremos que Rajoy sea el próximo presidente del Gobierno, pero nuestra prioridad son los intereses de los catalanes. No podemos ni queremos hacer sacrificios innecesarios. Debemos romper esa especie de techo de vidrio que nos impedía crecer.

–Da la sensación de que, en el PP de Rajoy, quien no tiene perfil propio y no discute su liderazgo o sus políticas no sale en la foto.

–Cuando José Montilla le dice según qué a José Luis Rodríguez Zapatero, es que tiene perfil propio. Pero cuando lo hace alguien del PP con Rajoy se nos acusa de no tener una posición única. Nosotros tenemos un discurso nacional, pero cada uno defiende los intereses de su comunidad.

–Pues Adolfo Suárez Illana ha dicho esta semana que es «evidente» que Rajoy no es un buen candidato porque ha perdido un millón de votos y no genera ilusión.

–Evidentes son los resultados de Suárez Illana cuando fue candidato en Castilla-La Mancha…

–Por dejar las cosas claras, ¿cree que el Estatut es constitucional?

–El Estatut tiene artículos inconstitucionales y lo que yo quiero es que el Tribunal Constitucional diga lo antes posible cuál es el Estatut constitucional para Catalunya. El retraso de la sentencia no ayuda a la estabilidad institucional del país.

–Usted dice que el Estatut tiene artículos inconstitucionales, pero cuando otros dicen que es constitucional se les acusa de presionar al TC. Sucedió con el editorial de la prensa catalana. ¿Eso fue una presión?

–No. Yo dije que respetaba el editorial, pero que pedía también respeto para los que tenemos una opinión diferente. Lo que no puede hacerse es una campaña de desprestigio de las instituciones que no beneficia a nadie. Cuando CiU y el PNV recurrieron la LOAPA [ley orgánica de armonización del proceso autonómico] no pasó nada. El PP ha utilizado ahora el mismo instrumento.

–El PPC vive ahora un periodo tranquilo, pero acaba de atravesar una etapa de purgas y de disensiones que les hacían parecerse a un partido de izquierda.

–Está en su mejor momento ante la etapa histórica que vive Catalunya. Somos el único partido que defiende que el país es de todos, y no solo de los independentistas. El 2010 será un año decisivo para Catalunya, pero también para el PPC. El papel que jugaremos será muy importante.

–Pero si dentro del partido hay tanta unidad y cohesión, algún tipo de insatisfacción debe generar fuera de él porque no paran de ganar terreno algunos partidos y figuras que pueden disputarles votos: Ciutadans, Rosa Díez, Montserrat Nebrera…

–Eso está relacionado con el momento político histórico que estamos viviendo. En las próximas elecciones se puede pasar de un pentapartito a que entren nuevas opciones. La crisis económica puede dar alas a discursos populistas y minoritarios que no aportan soluciones ni tienen capacidad determinante. Por eso nuestra responsabilidad es recuperar la confianza ciudadana, y eso solo se consigue con partidos fuertes, moderados y centrados, como el PP.

–Esa fragmentación también se produce en el otro extremo, en el independentismo, como ha quedado reflejado tras las consultas del 13-D.

–Ese simulacro de referendos fue una utilización de los votantes del independentismo que quiso trasladar al resto de España una imagen falsa de Catalunya. Pero les salió mal y fue un fracaso. Los resultados fueron los mismos que ya ofrecen las encuestas oficiales. Sin embargo, algunos se quieren aprovechar de ello y fragmentar un voto que antes lo aglutinaba ERC, pero eso demuestra la debilidad del independentismo.

–Pasadas las elecciones autonómicas, vendrán las municipales. ¿El PPC tiene depositadas muchas esperanzas más allá de Barcelona?

–El PPC tiene opciones directas de gobierno en Barcelona, Tarragona, Badalona… La hegemonía socialista en el municipalismo catalán está agotada y se inicia una etapa de alternancia y cambio. Y como seremos decisivos, hemos emprendido una renovación tranquila de las juntas locales y comarcales del partido. Quiero incorporar caras nuevas con compromiso municipal.

–¿Es consciente de que, si el PP asume responsabilidades de gobierno en Catalunya, le examinará con lupa la oposición, pero también algunos medios que tratan de marcar los pasos del partido?

–Hubo dos cosas que me complacieron del congreso del PP en Valencia. La capacidad de diálogo y consenso y la independencia. Mis decisiones en Catalunya están y estarán determinadas por mis convicciones ideológicas, sin afectarme lo que pueden decir u opinar los demás. Creo en el liberalismo económico y no soy partidaria de las prohibiciones, como la de las corridas de toros.