Ahora, la gran batalla contra el alzhéimer

El viernes se estrenó en Barcelona, Madrid y una decena de ciudades catalanasBicicleta, cullera, poma, un buen documental de Carles Bosch (realizador deBalseros) que relata de forma directa, con rigor, e incluso de forma amena, el descubrimiento por parte de Pasqual Maragall y de su familia de que es víctima del alzhéimer. También su decisión de hacerlo público y de poner en marcha una fundación contra ese mal.

Maragall fue un gran e irrepetible alcalde de Barcelona durante 15 años. Cambió la ciudad. No solo por la obtención de los JJOO, sino porque puso en el mapa del mundo una antigua capital industrial reciclada en moderna y atractiva ciudad de servicios. La Barcelona actual, no solo su litoral -hace poco cementerio fabril atenazado por la marginalidad- es en gran parte fruto de su entusiasmo y gestión arriesgada.

Ahora aborda otro gran reto, quizá más difícil y mucho menos gratificante: luchar contra esta amenaza contemporánea explicando con detalle y buen rollo tanto su caso personal como el tratamiento a otros enfermos en hospitales de Estados Unidos, Holanda o la India. Dice que en 10 años, quizá 20, se vencerá a la enfermedad. Él ya no se beneficiará, pero su impactante y valiente testimonio -el de Diana Garrigosa y el de sus tres hijos- será un gran revulsivo para lograr la comprensión y el respeto social a este mal.