Verkami récord

Lo que acaba de conseguir Isona Passola, la productora estrella del cine catalán, ejemplifica de forma muy contundente la necesidad de que haya nuevos vínculos entre cultura y sociedad.

El principio general, hay que subrayarlo, es el siguiente: Si la cultura quiere volver al ágora, si pretende salir reforzada de la crisis, no tiene más remedio que salir a buscar a la sociedad.

Pero, no para reclamar que la priorice. No solo para solidarizarse con los más perjudicados. No para ganar un concurso de indignados y antisistema, sino para aportar elementos de comprensión, de emoción, de reflexión, de consuelo, de perspectiva. De libertad y pluralismo, desde una autonomía que dicha alianza no puede hacer más que reforzar. Más autonomía, más voces propias, menos servilismo, menos dependencia de los poderes políticos y mediáticos.

Esto, que confiere sentido, solo lo proporciona el apoyo a la cultura de la sociedad.

Con la cultura, se puede ganar dinero de muchas maneras -la mayoría de las cuales exige instalarse en la vacuidad, la gratuidad o la redundancia de los contenidos-, aderezadas, claro, con gran capacidad profesional. La misma capacidad, sobre todo en tiempos de crisis como estos, puede ponerse al servicio de la sociedad y de sus problemas, de manera que la suficiencia de la financiación sustituya la obsesión del beneficio crematístico.

La Passola, ya para siempre con la distinción del artículo, antepuesto como un sutil reconocimiento, acaba de superar el récord europeo de recaudación popular para un proyecto. Con un mérito añadido, no ha prometido un instrumento de propaganda del independentismo sino una aportación de elementos para valorar antes de decidir. Quien no esté convencido, que repase su currículo.

Este es el papel que la cultura apenas ha ejercido, el que la sociedad ya no espera pero agradece hasta el punto de financiarlo. El rigor, la ecuanimidad, la ponderación, son valores que toca recuperar. En detrimento de la exaltación.