DOS MIRADAS

Una broma pesada

EL 'BREXIT' SE IMPONE; LA UE, ROTA.

La mañana del 24 de junio, Europa tuvo un amargo despertar: el 51,89% de los británicos habían decidido la salida de su país de la UE. Nigel Farage, abanderado del 'leave', lo celebró casi como una victoria personal.

 

El 'brexit' se impone; la UE, rota  Una broma pesada_MEDIA_1

El 'brexit' se impone; la UE, rota Una broma pesada_MEDIA_1

JOSEP MARIA FONALLERAS

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Esta imagen sonriente y victoriosa de Nigel Farage, exultante tras el triunfo de su campaña particular para pirarse de Europa (Leave EU), me recuerda el momento final de esos programas de televisión en los que se gastan bromas, más o menos pesadas. En el último momento, cuando el pobre desgraciado que ha sufrido la humillación pública está al borde del colapso y el desespero, aparece por detrás de las cámaras un tipo que le invita a mirar al objetivo y le cuenta que todo ha sido un montaje. «¡Es broma, hombre!». Y todos en paz.

Pues bien, sabiendo que al cabo de pocos días Farage protagonizó la espantá de la temporada, dejando para otros las cenizas del incendio que él propagó, me viene a la cabeza la idea del chiste malo. El humor inglés tiene dos grandes corrientes. La que nace en Sterne, sigue con Swift, continúa con Saki y Chesterton y acaba en el festival de los Monty Python; y la otra, la del mal gusto, la de Benny Hill, para entendernos. Farage y sus risueños secuaces pertenecen a esta última. Lo que en unos es inteligencia y finura, aquí es chabacanería e histrionismo.

Sin embargo, lo más pesado de la broma es que es una jugarreta cierta y real. Las banderitas que se agitan anuncian que el brexit es una pesadilla de la que no nos vamos a despertar o que, despiertos, vamos a tener que comernos con fish and chips.