Dos miradas

Solo es su mancha

El 'procés' no acaba con la sentencia del 'caso Palau', pero, al menos, en vez de dar lecciones de moral y expandir carnets de buen catalán, algunos deberán rendir cuentas

La sentencia del 'caso Palau

La sentencia del 'caso Palau / periodico

EMMA RIVEROLA

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Han sido la sombra corrupta de Catalunya. Durante décadas. En su charca se consolidó la hegemonía de sus gobiernos de derechas, una superioridad moral que daba lecciones de catalanidad, que convertía a los adversarios políticos en traidores despojándoles hasta de su lucha comprometida por el catalanismo. También bajo su paraguas nacionalista se impulsó la lengua y la cultura en catalán, algo obligado e imprescindible, pero se gestó en un saco amniótico distinto a la expresada en castellano. Algo que, de hecho, nos empobrecía a todos.

La mancha corrupta de CDC es uno de los motivos por los que muchos no han consentido sumarse al procés. En su negativa no está el unionismo, ni el desprecio al catalanismo, ni la complacencia hacia el autoritarismo del PP, sino el rechazo a compartir pasos con los que han tratado de limpiar años de robo y oprobio en la centrifugadora del procés.

Sí, el entramado político, económico, social y mediático de CDC ha sido eso. Todo eso... Pero solo eso. Ni en su corrupción está reflejada toda Catalunya ni en su voluntad de lavado está cimentado el independentismo. Bajo la estelada . También el de construir una sociedad más justa e igualitaria, inclemente con la corrupción y libre de las derivas autoritarias. El procés no acaba con la sentencia, pero, al menos, en vez de dar lecciones de moral y expandir carnets de buen catalán, algunos deberán rendir cuentas.