La clave

Será federal o no será

ALBERT
Sáez

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Quienes acusan  a Pedro Sánchez de preocuparse solo por su imagen son quienes menos tiempo han dedicado a leerse su discurso del domingo. Es recomendable. Posiblemente la bandera adquiere otro sentido.  «Construiremos una España federal en la que cada cual pueda ser español y catalán (...) en el orden que desee». Posiblemente esa frase necesita mucho desarrollo para ser útil. Del conjunto del texto se desprende que el término «federal» tiene  que ver con la unidad pero, especialmente, con el respeto: «La única revolución que falta por hacer en España, es la revolución del respeto», sentenció, citando a Fernando de los Ríos.

Respeto ha faltado mucho en esta historia, desde la transición cuando se faltó al respeto a la memoria de muchos y se aceptaron como concesiones lo que en el resto de Europa eran derechos. Y respeto faltó, y mucho, entre quienes se dedicaron a recoger firmas en la calle contra la soberanía de las Cortes Generales. Y respeto faltó, y mucho, entre quienes se dejaron hacer fotos en una plaza de toros antes de firmar una sentencia. Faltar al respeto conlleva que al final te lo devuelvan  aunque sea con un pitada en un campo de fútbol.

Siempre a la izquierda

Sánchez ha leído mejor que otros los resultados del 24-M. No ha ganado las elecciones pero ha recuperado mucho poder institucional para el PSOE. Y lo ha hecho porque tiene más capacidad de pactar que Rajoy e incluso más que Ciudadanos. Porque ha respetado. Y de esa manera se ha ganado el respeto de otros. Hoy puede presumir de que sigue siendo el principal partido de la izquierda. Y con diferencia, porque allí donde colocamos la bandera lila hay una gran «confluencia» de movimientos sociales aún por cohesionarse políticamente.  Y porque donde ha tenido que escoger, el socialismo siempre ha escogido la izquierda, como en Badalona.

La bandera es un buen antídoto para quienes le quieren echar del centro y arrinconarlo en la extrema izquierda. Y puede ser un buen conjuro para intentar repetir en las Cortes una alianza con lo que en tiempos de Zapatero se llamó la izquierda periférica. La bandera con respeto puede ser otra cosa.