IDEAS

Producción transeuropea

Cuando no nos podemos fiar del Estado, los catalanes espabilamos

XAVIER BRU DE SALA

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¡Treinta y cinco millones de euros! Son los que acaba de repartir el programa Europa Creativa para Proyectos de Cooperación. Mediante estas ayudas, otorgadas a iniciativas en las que colaboran entidades de unos cuantos países, Bruselas fomenta la producción transnacional, la creatividad en común y los intercambios culturales en el interior de la Unión Europea. La cifra no es nada exagerada pero tampoco insignificante. El presupuesto se ha repartido entre 64 proyectos, 10 de ellos con participación catalana. ¿Muchos o pocos? No dejan en mal lugar a nuestros productores, pero tampoco es para tirar cohetes. Sobre todo si tenemos en cuenta que ni uno de estos 10 proyectos está encabezado desde Catalunya, es decir que los nuestros cuentan como uno entre una media docena de colaboradores. Después de felicitar a la Associació d'Artistes Visuals, La Fura dels Baus, Bitó, L'Auditori, la Sala Beckett, la Fira de Tàrrega o la Tàpies, que figuran entre los beneficiarios, se debe remarcar una evidencia: hay potencial para bastante más. A ver el próximo año.

Con el objeto de probar la insuficiencia, sobre todo en un periodo presupuestario tan magro, un dato de referencia en un sector excelente. Catalunya se encuentra en la segunda posición dentro de la Unión Europea, después de Holanda, en la recepción de ayudas por millón de habitantes del European Research Council. ¡La ciencia catalana triplica la media europea en este terreno! España sin Catalunya, a la cola con Grecia. ¿Por qué? Porque el modelo de investigación español, poco globalizado, depende del BOE.

Cuando no nos podemos fiar del Estado, los catalanes espabilamos, como reza el refrán de las piedras y los panes. Si nuestro sector cultural, con la administración propia de aliada, se propone doblar la cifra de este año y liderar proyectos en el futuro, lo conseguirá. Si se limita a esperar mejores tiempos para el maná interior, languidecerá. Recordémoslo: si no eres competitivo fuera, acabarás por no serlo en casa.