Pidan perdón

Tendríamos muchos motivos para no perdonar al PSOE. Por sus líneas rojas. Por su veto a dialogar con un partido que defienda un referéndum en Catalunya. Por su pacto inicial con Ciudadanos y su escasa intención de hacerlo con Podemos. Por las mezquinas ambiciones de sus barones que solo clavan la mirada en sus pequeños territorios. Por su ya intrínseca cobardía para tratar de crear otra España.

Tendríamos muchos motivos para no perdonar a Podemos. Por plegarse a la táctica política y no a los intereses de los ciudadanos. Por dinamitar el diálogo y responder con una agresividad impresentable y unos vaivenes desconcertantes y pueriles a los retos que se plantean. Por convertir un referéndum interno en una nueva muestra de autoritarismo que traiciona lo que aseguran representar.

Al fin, si las negociaciones siguen siendo una oscura pantomima, volveremos a votar. Unas elecciones que pueden resultar un premio para aquellos que han sumido a España en la desigualdad, la corrupción y la parálisis. El triunfo para los que niegan un futuro a los jóvenes, para los que nos hunden en la precariedad, para los que abandonan a los más débiles, para los que alimentan y se nutren del enfrentamiento de los nacionalismos, para los que coartan nuestra libertad… Si gana el PP, mejor que la izquierda se guarde los reproches y las acusaciones. Como mucho, que nos pidan perdón por su incompetencia, su mezquindad y su fracaso.