El peso de los símbolos

Puigdemont elucubra cómo cumplir su promesa electoralPuigdemont promesa electoral. Quizá consiga la presidencia de la Generalitat. Otra cosa es que la ejerza. Imposible desde Bruselas o desde la cárcel. La esperanza de que el cargo frene su ingreso en prisión no se atiene al devenir de los últimos meses.

La justicia no parece impresionada por el peso de los símbolos. Mientras Puigdemont tira de la imaginación, Artur Mas sorprende con un sobrevenido realismoArtur Mas: no hay una mayoría suficiente para "imponer nada", hace falta un Govern "estable" que permita una "legislatura larga".

El 1-O, el 155 y la prisión han sacudido el orgullo y la indignación de muchos. Anclarnos a sus circunstancias solo con el ánimo de golpearnos entre nosotros paraliza el país. Es necesario construir un futuro sin olvidarlas, pero superándolas. Porque la estabilidad también repercutirá de forma positiva en las personas afectadas por unos sucesos que nunca debieron producirse.    

Confianza y seguridad

El gran derrotado en las urnas ha sido Rajoy. Y ese descalabro debe articular el cambio político en España, lo único que puede cambiar esta deriva autoritaria e inútil. Creer que los votantes de Ciudadanos eligieron una réplica del PP  Ciudadanos PP es no querer entender la inquietud que la DUI provocó en tantos. No solo el IBEX busca la seguridad. Su necesidad se extiende a todas las capas de la sociedad. Imprescindible para los más vulnerables. Esa confianza debe recobrarse. Y el peso de los símbolos impide avanzar.