tú y yo somos tres

La ONG de los mosquitos

FERRAN MONEGAL

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Son 18 las criaturas embarcadas en Honduras para hacer el mico en La isla de los mosquitos (Supervivientes, T-5). Han seleccionado en esta ocasión una tropa de relevancia mediática bastante cutre.  Son almas que vagan o han vagado alguna vez por los platós de Mediaset, la mayoría provenientes de Mujeres y hombres y viceversa, también de Un príncipe para Corina, del Sálvame, del Deluxe o de la ratomaquia Gran hermano, que más que programas son las plataformas, las canteras, que tiene montadas Mediaset para la extracción del carbón que van quemando en la estufa. Bien mirado, más que un concurso parece que Tele 5 haya montado una particular ONG, la ONG de los mosquitos, con ánimo de lucro, eso sí. Parece que hayan arrejuntado a estas criaturas por pura caridad, porque  la mayoría de ellas, fuera de la tele, ya apenas tienen vida. Quizá la única excepción sea Katia Aveiro, en Portugal llamada La Ronalda porque es hermana de Cristiano Ronaldo, el futbolista. En general se trata de  un material de menor cuantía, de escaso gancho para lograr las audiencias que antes se conseguían.  En casa, la que nos ha gustado más ha sido Chiqui, la entrañable Almudena que, en lugar de llegar al Caribe en helicóptero, o remando en balsa -como hizo el resto de la troupe-, la hicieron llegar en flotador de piscina. Le pusieron dos medios cocos en las tetas, para darle un aire caribeño a su biquini, y Jorge Javier Vázquez (que vestía chaqueta, camisa, corbata y de medio cuerpo para abajo bermudas y zapatillas) le gritaba desde el plató de Madrid: «Dan ganas de decirte ¡cómeme el coco, Chiqui!». Otra concursante, la es sobrina de Aznar, la discotequera Aran Aznar, dijo que precisamente se encontró con su tío en un aeropuerto de Costa Rica, pero que no se dijeron ni pío. «Yo me escondí», advirtió la sobrina. Es para esconderse, sí.

LLUÍS ESPINAL .- Me ha gustado que Miquel Calçada (Afers exteriors, TV-3), en Colombia, haya depositado un ramo de flores en la tumba de Lluís Espinal. Este hijo de Sant Fruitós del Bages, merece ser mejor conocido en Catalunya. Jesuita, periodista, cineasta y radiofonista, huyó del franquismo en 1968 y se instaló en Colombia. Su nivel de compromiso social con los indigenas de aquel país fue tan intenso y profundo que el dictador García Meza y su sanguinario ministro Arce Gómez le torturaron y asesinaron la noche del 21 de marzo de 1980. Espinal, hoy, es en Colombia un referente absoluto.