Las noches difíciles

No hay banquillo que pueda compensar en nada las ausencias de Messi

Arda Turan, Rakitic y Sergi Roberto, cabizbajos al término del duelo entre el Barça y el Atlético.

Arda Turan, Rakitic y Sergi Roberto, cabizbajos al término del duelo entre el Barça y el Atlético. / periodico

ANTONIO BIGATÁ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El pasado miércoles los barcelonistas fuimos al partido nocturno con cierta inconsciencia. Nos habían ocultado que Busquets no estaba en buenas condiciones. La ignorancia de ese secreto (aunque siempre pidamos transparencia a veces los secretos son necesarios; ¿qué habría hecho Simeone con el dato de que este jugador tan importante salía al campo estando particularmente frágil?) realzaba todavía más la satisfacción por el maravilloso tropiezo del Madrid. Ese empate no solo significaba que Zidane no batía el récord de Guardiola, sino que nos introducía en un universo soñado: era posible que al Madrid le pitasen un penalti -justo, claro- en casa, y que un árbitro más bien caserillo, González González, resistiese heroicamente la megapresión del Bernabéu para que lo compensase sancionando el mismo tipo de falta en la otra área aunque el Villarreal no la cometiese. La perfección, sincronía, unanimidad y constancia con que la grada del Bernabéu efectúa públicamente ese tipo de trabajos indecentes no merece naturalmente admiración, pero sí curiosidad histórica: Madrid sabe manejar masas encuadradas con la misma violencia ambiental con que otras ciudades europeas lo hicieron a mediados de los años 40 del siglo pasado.

EL MOMENTO DE CALIBRAR

Puestas las cosas así, con inconsciencia y cierta satisfacción como telones de fondo, recibíamos el partido del miércoles con realismo: el Atlético nunca ha sido un adversario fácil. Y también con la expectativa de que había llegado por fin el momento de calibrar de verdad al Barça de esta temporada. La calidad de ese equipo repetidor -son prácticamente los mismos chicos del año anterior- y lo que le sumaba un mejor banquillo (en caso de que fuese necesario verlo porque nadie temía que sería noche de lamentos por Messi Busquets).

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"Lo \u00fanico positivo","text":"\u00a0era constatar ante un gran equipo que Luis Enrique ya iguala a Pep en el arte de crear superioridad num\u00e9rica"}}

Pero luego vino la igualdad. La evidencia de que el Barça jugando lento pero con orden no conseguía desbordar. La noche se confirmó difícil. Messi recibía un estrecho marcaje zonal que le impedía encontraba el sitio decisivo para dañar, y Neymar seguía en su tónica de burbujear más que jugar. Para el barcelonismo lo único verdaderamente positivo era constatar ante un gran equipo que Luis Enrique ya iguala a Pep en el arte de crear superioridad numérica. Lo que consigue con un defensa extra de cierre llamado Ter Stegen, con la polivalencia posicional de Sergi Roberto, con los desdoblamientos continuos de IniestaBusquets y Rakitic, y con los ramalazos ofensivos -siempre imprevisibles para el rival- de Piqué es de lo mejor que se hace actualmente en los estadios: supone jugar, casi, con uno o dos hombres más. Junto a eso el barcelonismo se encontró con el regreso de Mascherano a su mejor nivel, aunque su persistencia en los resbalones -humanos, la vida es así, ¿o es una cuestión de tacos de las botas?- acabaría convirtiéndose en una puñalada trapera. Pero se fabricó un buen gol y la noche difícil parecía convertirse en verbena.

COSAS ILUSTRATIVAS

Cuando Neymar se toca la entrepierna sabemos que unos palmos más arriba luce una sonrisa por lo que le acaba de hacerle desde ahí a un defensa. Pero cuando el que lo hace es Messi ya sabemos que es como si a la noche negra se le añade un apagón. Todo se ensombreció de golpe con su lesión, y pronto llegó un gol desgraciado del Atlético que quebró el espinazo de la grada. Era como si González González, ya en su ducha, hubiese decidido pitar el penalti inexistente. O como si con dinero de todos el Estado español volviese a compensar a Florentino por un negocio mal planteado, como ocurre con nuestro túnel de El Pertús después de la historia de la plataforma marítima.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"Andr\u00e9\u00a0Gomes\u00a0","text":"es nuestro jugador n\u00famero 12, pero Arda ha regresado a la banalidad\u00a0insustancial"}}

La noche difícil se convirtió en imposible, con la gente nerviosa por la pérdida simultánea de dos puntos y dos puntales. Y aunque hubo cosas ilustrativas -Luis Enrique y muchos de nosotros ya creemos que André Gómes es nuestro jugador número 12-, también regresaron desesperanzas, como la de constatar que Arda ha regresado a la banalidad insustancial de la temporada pasada, y que no hay banquillo que pueda compensar en nada las ausencias de Messi.

EL HERMETISMO DE LOS PARTES MÉDICOS

La noche difícil acabó sin daños peores, aunque intuyamos que en esta Liga van a perderse probablemente más puntos que en las anteriores. Pero por lo visto del Madrid ante el Villarreal, con muchísimas posibilidades de victoria final del Barça. Sin embargo, de momento tendremos que estar pendientes de descifrar el hermetismo de los partes médicos. Es nuestro sino. ¿Recuerdan cuando nos hablaban de aquellas "heces en forma de melena" de quien ocupaba en el Bernabéu -¡siempre el Bernabéu y sus vomitorios!- el sillón central del palco nacionalsindicalista? Pues ahora nos toca estar atentos a cómo evoluciona quien ocupa el sillón central del barcelonismo integrador.